El Museo Afroperuano de Zaña, primero en su género, es el resultado de más de 30 años de investigación y recolección de piezas de la cosmovisión africana.
El costeño tiene sangre serrana y sangre africana en sus venas. El cholo norteño tiene también herencia negra, que llegó a nuestros lares desde la sufrida Africa y se asentó en el valle de Zaña en Lambayeque.
Zaña es una ciudad que ha sufrido a lo largo del tiempo por el río del mismo nombre, pues su desborde hace 300 años la golpeó de muerte y la destruyó en su totalidad, al igual que sus 14 edificios religiosos entre iglesias y conventos.
De la opulencia de la Zaña colonial, hoy solo se mantienen en pie cuatro conventos, mudos testigos de una época llena de esplendor. Zaña pudo llegar a ser la capital del Perú.
Luis Rocca Torres, reconocido sociólogo e investigador peruano, decide adentrarse en su cultura y para esto comienza su travesía por el año 1975 haciendo un estudio detallado por casi 10 años para poder construir nuevamente el pasado de Zaña en su libro ‘La Otra Historia’.
Se dedicó a rescatar todo su pasado y para esto necesitaba de un museo dedicado a los afrodescendientes, pero ¿cómo solventar semejante proyecto?, sin duda fue una ardua tarea y es así que junto con Sonia Arteaga, también socióloga, emprendieron la realización de este sueño inicial, para convertirlo en una realidad allá por el año 2003.
Después de mucho sacrificio y sin ningún apoyo del Estado fue inaugurado el 29 de Marzo de 2005.
El Museo Afroperuano, primero en su género, es el resultado de más de treinta años de investigación y recolección de piezas museográficas que expresan la cultura y la cosmovisión de las poblaciones africanas traídas por los españoles.
Único en su género
Todo visitante podrá apreciar piezas e imágenes que representan la vida cotidiana de Zaña, pero hay que recordar que este museo tiene una visión global de la presencia de la raza negra en el Perú, así como una perspectiva internacional (continental y caribeña).
Es único en su género y además no se encuentra en Lima porque se buscó la descentralización y se asentó en Zaña, un pueblo de raíces afro y de gran trascendencia cultural, debido a que dicho lugar fue una villa inicialmente llamada Santiago de Miraflores, fundada en el año 1563 que fue conformada por amos europeos y africanos esclavizados.
“Es un museo que va más allá de lo nacional, tenemos cosas de Haití. Es un museo de la presencia africana en el Perú con una perspectiva continental para poder entender este proceso histórico y exhibimos también cosas de otros países, porque no podemos segmentarnos”, nos dice Sonia Arteaga, directora del museo.
El museo cuenta con registros de audio de ancianos afrodescendientes de la costa peruana, únicos en su género, una colección de checos, así como la colección de carretas más grandes de América Latina y réplicas e instrumentos de castigo y tortura de la época de la esclavitud.
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