Ante la caza furtiva de vicuñas, el presidente de Apurímac, Elías Segovia, dijo que planteará en la Asamblea del Consejo de Alcaldes cambiar las normas de comercialización de la fibra de este camélido.
El presidente regional de Apurímac, Elías Segovia, pidió al Congreso investigar el grave problema que ha generado la caza furtiva de vicuñas en su región. Precisó que la fibra de este camélido es comercializada a 600 dólares el Kilo.
"Este es un tema muy delicado, el precio de la fibra en el Perú es de US$300 dólares el kilo pero para exportar es de US$600. Se cotiza muy bien en el exterior por eso matan a las vicuñas. Este mercado es muy apetecible para estos cazadores. Es tan salvaje este comportamiento que va en desmedro de los campesinos que viven de la crianza", dijo en entrevista con RPP Noticias.
Precisó que la caza indiscriminada de unas 200 vicuñas se realizó en la comunidad de Santiago de Mestizas, donde se halló una cueva con gran cantidad de cuero y fibra de este animal. "Estos delincuentes utilizaron armas de largo alcance y camionetas para cometer sus fechorías. Ellos conocen bien la zona por lo que se presume que un campesino de la zona está involucrado".
Ante ello, indicó que plantearán en la Asamblea del Consejo de Alcaldes cambiar las normas de comercialización de la fibra de este camélido.
"Los campesinos no pueden comercializar la fibra de la vicuña y eso genera todos los problemas que ahora vemos. Se debe proteger a los criadores de vicuña. Cualquier persona viene como exportador de fibra de vicuña y nadie le exige nada. Eso lo debería certificar el Ministerio de Agricultura, desvirtuando a quienes no tienen vicuñas", dijo.
Informó que los criadores dependen de la edad del animal y solo los pueden trasquilar una vez al año. "Los delincuentes lo saben, cuando se aproxima la época de quila, que es junio, se apresuran. Por eso vamos a plantear en la Asamblea Nacional de Alcaldes normas que protejan a los criadores".
Añadió, "este es un problema que se tiene que investigar en el Congreso si es posible. La policía no ha podido capturar a ninguno de estos delincuentes y al parecer ya se han atrincherado en otras comunidades. Por eso tenemos que atacar desde la comercialización".
Finalmente, dijo que existen vínculos entre los cazadores y los que comercializan esta fibra. "Aquí hay un grupo bien organizado, cientos de vicuñas mueren cada año justo en esta temporada".
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