El gerente de centros juveniles del Poder Judicial también dijo que no cuentan con presupuesto para mejorar la infraestructura de sus locales ni para formar personal.
Estado
El centro de rehabilitación Floresta, en Trujillo, donde un incendio causó la muerte de cinco internos este miércoles.
El gerente de centros juveniles del Poder Judicial, Julio Magán, alertó este jueves en RPP Noticias sobre el crecimiento en el Perú de la “delincuencia de tercera y cuarta generación”, a partir de la cual hay menores cuyas familias “viven exclusivamente del delito”. Al comentar el incendio del miércoles en el centro de rehabilitación de Trujillo, en el que murieron cinco internos, el también exjefe del INPE lo atribuyó a una disputa entre dos bandas y dijo que su sector no cuenta con el presupuesto para mejorar la infraestructura de sus locales.
“Al delito hay que enfrentarlo y reprimirlo, y a la delincuencia hay que prevenirla. Lamentablemente, en nuestro país tenemos una delincuencia de tercera y cuarta generación, niños que ya provienen de hogares totalmente disfuncionales y que viven exclusivamente del delito”, dijo en La Rotativa del Aire. “Gracias a Dios son los menos, pero cada vez crece este tipo de efecto social que se está reflejando dentro de los establecimientos”.
Problemas y deficiencias
Cinco internos del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo murieron este miércoles tras un incendio registrado en el lugar, confirmó a RPP Noticias el presidente de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, Juan Rodolfo Zamora Barboza. “Lo que ha ocurrido en Trujillo ha sido una rendición de cuentas entre grupos que pertenecen a bandas organizadas, por lo menos ese es el reporte que yo he recibido del director de allá, del centro juvenil”, dijo Magán.
El funcionario comentó en RPP Noticias que los locales de los nueve centros que tienen en el país son casonas antiguas que eran de Inabif para la protección de chicos abandonados. Sin embargo, agregó, “han ido ingresando personas que cometían infracciones que en la práctica eran delitos y cada vez ha ido creciendo la población”. “Ya no solo ingresan personas que hacen arrebatos o hurtos simples, sino por actitudes más violentas y otros tipos penales. Por ejemplo, en el Norte, donde entran por extorsión, por ser miembros de bandas organizadas o sicarios”.
“La composición social de las personas que están cometiendo delitos en el caso de menores ha ido incrementándose y en todos los centros hay una sobrepoblación de estos chicos”, explicó.
Mayores en centros de menores
Magán contó que tienen a 3,900 personas en su sistema, de los cuales 2,111 pertenecen al sistema cerrado de los centros de rehabilitación. De esta cifra, casi el 45% son mayores de edad. “Han cumplido la mayoría de edad cumpliendo la medida socioeducativa de internamiento, pero cada vez crecen más y están por delitos más violentos”.
Según dijo, el nuevo Código de Responsabilidad del Adolescente Infractor ha incrementado la medida de internamiento de 6 a 10 años, con lo que en el futuro tendrán “a chicos de 27 años” en los centros. “Un chico de 14, 15 o 16 tiene diferentes intereses que uno de 25, 26 o 27 años”. Magán agregó que no cuentan con el presupuesto para resolver problemas de infraestructura y de formación de personal porque dependemos del presupuesto del Poder Judicial.
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