Efectivos del orden y de representantes de la comuna cajamarquina no pudieron controlar la venta de licor.
Este fin de semana se pudo observar un "mar humano" en la Plaza de Armas de Cajamarca, donde se reunieron para cantar y bailar carnaval a ritmo de los tradicionales y no tan tradicionales instrumentos musicales.
Sin embargo, durante la semana se anunció a todos los vientos, tanto por parte de la policía, así como por la Subgerencia de Licencias de Funcionamiento de la comuna local, que no se permitiría la venta de licor, pero esto no fue así, pues los jóvenes se las ingeniaban para conseguir bebidas alcohólicas.
En tanto los vecinos de la Plaza Mayor, de Cajamarca, mostraron su malestar porque se colocó los servicios higiénicos portátiles en plena Plaza de Armas de Cajamarca, situación que generaba fétidos olores pues no había la suficiente cantidad de este tipo de servicios, por ello preferían usar las calles como urinario público.
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