Luego de la cancelación de su vuelo, la mujer fue trasladada, junto con su hijo y otros afectados, a un hotel en el centro de Lima.
Embarazada de seis meses y acompañada por su hijo de cuatro años, Raquel Sartier, una de las españolas afectadas por el repentino cierre de Air Comet, todavía no sabe cuando podrá regresar a su país, donde la esperan su marido y el resto de su familia.
Lo de Sartier, como muchos de los afectados por la orden de cierre contra la aerolínea española, es consecuencia de un cúmulo de casualidades.
Casada con un peruano, Sartier vino a Lima junto a su marido hace algunos meses para pasar, explicó a Efe, un tiempo con algunos amigos, tras lo que pensaba regresar a España para pasar la Navidad.
Para este retorno, decidieron comprar billetes de ida y vuelta en Air Comet, ya que les salía más barato que uno sólo de ida en otras aerolíneas. Además, por falta de disponibilidad de los pasajes, decidieron que el marido volaría sólo y ella y su hijo le seguirían en el siguiente vuelo
Así, el esposo de Raquel partió a España el 19 de diciembre y ella debía hacer lo propio tres días después.
El pasado lunes Air Comet anunció el cese de sus operaciones y Sartier se quedó varada en Lima: "Me encuentro sola, sin dinero, sin familia, sin nada", resumió a Efe.
El Ministerio de Fomentó español ya inició los vuelos que ha fletado para trasladar a los primeros afectados por el cierre de la aerolínea. Sin embargo, la intención de este dispositivo es retornar a sus países a los afectados, por lo que la prioridad para embarcar la tienen los que poseen un billete de vuelta.
"En la empresa y en la embajada dicen que la prioridad la tienen los que están de retorno. Yo no iba a usar la vuelta, pero ahora la única solución que me dan es que compre otro pasaje", afirmó Sartier.
Sin embargo, comprar en las complicadas fechas navideñas dos nuevos billetes hasta Madrid y otros dos hasta Vigo, donde reside, escapa a sus posibilidades.
Luego de la cancelación de su vuelo, la mujer fue trasladada, junto con su hijo y otros afectados, a un hotel en el centro de Lima.
Asustada y sola, asegura que el alojamiento es deficiente y que está situado en "una zona roja" de la capital peruana.
Al conocer la noticia, unos amigos de su marido decidieron alojarla en su casa, lo que no remedia el problema, ya que, explicó Raquel, su embarazo presenta complicaciones e incluso ya tenía cita programada en España para controlarlo.
EFE
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