Los jóvenes provistos con saxo, bombo, trompetas, quenas y las controvertidas tarolas entonaron las coplas carnavaleras en alusión al amor, a las suegras y otros.
Gran cantidad de personas acompañaron al Ño Carnavalón, conocido también como Rey Momo o Rey de la Alegría, en su paso triunfal por las diferentes calles de Cajamarca.
Con la llegada del Rey Momo, los cajamarquinos salieron masivamente a las calles para cantar, bailar y degustar de la chicha de jora, junto con los miles de turistas que arribaron a dicha ciudad.
El ingreso del Rey de la Alegría empezó en la sexta cuadra de la avenida Independencia (entrada a Cajamarca), desde donde recorrió las diferentes arterias, anunciando el juego con agua y pintura.
Su camino prosiguió a lo largo de la vía Evitamiento y culminó en el estadio municipal, donde se premió a las mejores caras pintadas.
Los jóvenes provistos con saxo, bombo, trompetas, quenas y las controvertidas tarolas entonaron las coplas carnavaleras, las que hacen alusión al amor, la picardía, al desengaño, la alegría y a las suegras.
Los carnavaleros posteriormente se trasladaron a sus barrios, para cantar carnaval de casa en casa, donde son esperados con una jarra de chicha y también con los platos típicos, como el sancochado, chicharrón de chancho con mote y el infaltable cuy frito con papa picante.
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