La herencia de Torres afectó mucho la economía de la ciudad de Chiclayo.
El presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, ingeniero Otto Zoegger Navarro, reconoció que los graves hechos de corrupción heredados en la gestión pasada, sumada al caos, desgobierno y completo abandono de la ciudad de Chiclayo, han originado que los inversionistas viren sus pretensiones a otras regiones vecinas como Piura, Trujillo y Cajamarca, y encaminen allí sus productos inmobiliarios y empresariales por mayor seguridad.
El representante del empresariado lambayecano reveló que los grandes inversionistas han perdido la confianza en Chiclayo (región Lambayeque) y grandes proyectos que se pensaban iniciar quedaron estancados y frustrados por temor de los capitales extranjeros.
“Tenemos conocimiento de inversionistas chilenos que pensaban ampliar proyectos inmobiliarios, galerías, restaurantes, centros comerciales, que no se van a realizar por ahora, porque ahora el inversionista lo piensa mucho y prefiere ir a una zona más segura”, indicó.
Zoegger Navarro manifestó que desde los últimos dos años la economía chiclayana sufre una desaceleración notoria y con cifras lamentables, que esperan revertirse a futuro.
“Estamos hablando de por lo menos 10 millones de dólares que se han dejado de invertir por el negativo panorama y la desconfianza que se vive en la ciudad, recordemos que esto empezó con las obras inconclusas, ahora la corrupción. Estamos hablando de la peor crisis que hemos vivido y que esperamos recuperar con el proyecto Olmos”, agregó.
Puntualizó que, los negocios ubicados en el centro históricos bajaron en un 30 % por todo este clima de olvido en el que vive la ciudad. “Los hoteles, galerías, restaurantes y otras tiendas han bajado demasiado sus ingresos, calculamos que por lo menos 17 mil negocios son los afectados”, finalizó.
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