La poca información accesible para la formulación de propuestas y los escasos espacios de diálogo son las principales causas de la baja participación ciudadana en la creación de políticas públicas.
La participación ciudadana en el Perú se encuentra por debajo del promedio a nivel de Latinoamérica. De acuerdo a un reporte de la Unidad de Investigación de The Economist, mientras que la media en la región alcanza un 5,42%, en nuestro país apenas llega al 5,36%. Este bajo nivel de interés de la población en la intervención, la conformación, el ejercicio y el control del poder político se refleja también en la falta de protagonismo y propuestas impulsadas por las generaciones más jóvenes.
Según un estudio del Ministerio de Educación, la participación juvenil es poco valorada por la sociedad y, a su vez, las organizaciones, iniciativas y liderazgos juveniles son usualmente excluidos de los espacios de toma de decisiones sobre asuntos públicos. Ello se refleja en el actual Parlamento, donde únicamente cinco congresistas son menores de 30 años. Pese a que participar del diseño de políticas públicas responde a un derecho fundamental y es la ruta para alcanzar objetivos de interés colectivo, todavía hay desafíos que necesitamos reconocer para lograr un diálogo político totalmente abierto.
¿Qué son las políticas públicas?
El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan) señala que las políticas públicas son políticas de Estado y responden a la identificación de problemas o necesidades que enfrenta la población, los cuales son priorizados en la agenda pública. Los ministerios se encargan de diseñarlas, ejecutarlas y supervisar su aplicación.
Se pueden enunciar mediante un Decreto de Ley, una sentencia, planes o programas. Por ejemplo, ante la crisis económica desatada por la COVID-19, el Gobierno respondió con la entrega de diferentes tipos de bonos dirigidos exclusivamente a las poblaciones más vulnerables, el retiro extraordinario de AFP y CTS y préstamos a bajo interés para el sector privado.
Barreras en el diseño comunitario de políticas públicas
Si bien, el 64% de jóvenes peruanos se encuentran interesados en política, según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), sólo el 8% de los jóvenes tiene militancia en los partidos políticos, de acuerdo con el Jurado Nacional de Elecciones. Luis Puentes, responsable de Programa de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), considera que una de las principales barreras es la falta de acceso a una información apropiada, en su forma y en el fondo.
“[Se necesita] que la información sea entendible, oportuna, pertinente y significativa, que permita formarse adecuadamente una opinión y emitir un juicio sobre las propuestas por parte de la ciudadanía. Por otro lado, que los medios sean cercanos y estén a disposición de todos y todas, dado que no todas las personas tienen el mismo nivel de acercamiento y conocimiento del Estado, ni cuentan con los medios para poder hacer efectiva su participación”, explica Puentes.
Para el especialista, es imprescindible fomentar la participación de la población históricamente más excluida ya sea por motivos culturales, de clase, de género, de discapacidad, de orientación sexual, entre otros. Tener un acercamiento directo con ellos sobre su visión de la ciudad y su desarrollo, así como contar con sus propias propuestas, resulta fundamental para fomentar una participación ciudadana que responda a la diversidad de necesidades de nuestro país.
Ventajas de la participación ciudadana
Desde la ONU destacan que si bien las mujeres se encuentran en la primera línea de acción en la pandemia —en los centros de salud, en los servicios, en las comunidades y en los hogares— ellas siguen subrepresentadas en los puestos de toma de decisiones políticas en respuesta a la crisis: ocupan apenas el 28,5% de las carteras ministeriales de Latinoamérica, según datos Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“La participación ciudadana en las políticas públicas es la que otorga la legitimidad a las mismas, la que aporta la fuerza para que su cumplimiento sea asegurado. En estos casos, hay una apropiación ciudadana de la política pública, lo que no suele pasar cuando la política es vertical y no ha sido construida con la participación de la gente”, resalta Puentes Barrios.
Agrega que la participación ciudadana no puede limitarse al involucramiento en campañas electorales o la vigilancia y fiscalización al término de cada gestión, sino que se requiere de un trabajo continuo durante todo el proceso: en el diseño, la implementación, el seguimiento y la evaluación.
Haz llegar tu propuesta
Si estás interesado en crear e impulsar tu propia propuesta ciudadana; primero, identifica un problema en tu comunidad o una demanda a nivel nacional, regional o local. Luego, envía un proyecto que busque solucionarlo a través de los canales digitales de RedPública, una campaña del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el apoyo de RPP.
El primer grupo de propuestas será recibido hasta el próximo 27 de febrero para elaborar la primera agenda ciudadana conjunta de cara a las Elecciones Regionales y Municipales, con la finalidad de que sea considerada por los candidatos y candidatas.
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