En los dos últimos años se han registrado aproximadamente cuatro casos de pintas en muros incas de la ciudad del Cusco. En uno de los incidentes, un niño resultó ser el responsable.
El pasado 30 de enero se registró un nuevo atentado contra el patrimonio histórico y cultural del Cusco. Pobladores de esta ciudad reportaron que aproximadamente 50 piedras incas de un andén adyacente al templo de San Cristóbal fueron dañadas con pintura por desconocidos.
Las pintas realizadas tienen las iniciales AL y PSS, estas últimas con un tamaño de 30 centímetros. Se supo que la Policía de Turismo se encuentra investigando el caso con el fin de capturar a los responsables.
Si bien se presume que estos daños al patrimonio fueron realizados por mayores de edad, no se descarta que los responsables de estas pintas sean menores, tal y como ocurrió el 23 de noviembre de 2013, fecha en que se detuvo a un niño de 11 años cuando pintaba un muro inca.
El niño fue intervenido cuando pintaba con un spray de color dorado la fachada de la Casa Concha del Museo Machu Picchu, ubicado en la calle Santa Catalina Ancha de la Ciudad Imperial.
Días antes de este incidente, exactamente el 29 de octubre, también se reportó otro caso de pintas en muros incas. Personas inescrupulosas pintaron con spray blanco seis elementos líticos en la calle Maruri.
Se trataban de inscripciones con la letra "U", que fueron pintadas en las piedras que forman parte de las estructuras del palacio del Inca Túpac Yupanqui y de las Acllas.
De igual forma, en marzo del año pasado se reportaron dos casos de daños a piedras y muros incas en la ciudad surandina.
El primero ocurrió el 7 de marzo. Setenta y cuatro metros de 302 piedras fueron pintadas por desconocidos. Del total de piedras ubicadas en la intersección de la calle Pampa de Castillo y la Plaza Santo Domingo, 272 fueron pintadas con aerosol rojo y 30 fueron rociadas con grasa.
El segundo incidente se registró el 4 de marzo. Varios muros incas ubicados en la plazoleta Espinar fueron pintados con grafitis. En total, se contabilizaron 25 grafitis pintados en las estructuras incas, los mismos que fueron hechos con plumones.
CHILENOS PINTARON MUROS
Otro caso de atentado contra el patrimonio considerado grave fue reportado el 30 de diciembre del 2004. En esa ocasión, dos ciudadanos chilenos fueron descubiertos por la Policía Nacional cuando pintaban con aerosol los muros incas de la plaza Nazarenas y de la calle Siete Culebras, en el Centro Histórico del Cusco.
Los detenidos fueron identificados como Enzo Tambolledo (19) y Eduardo Cadima (20), quienes pintaron un grafiti de dos metros de altura e hicieron diversas inscripciones, dañando unas 40 piedras del muro incaico.
La acción vandálica de los chilenos generó indignación en la población, que criticó su falta de respeto por los monumentos históricos del país, sobre todo, en su condición de visitantes extranjeros.
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