El menor halló el explosivo en la plaza del caserío La Obrilla y luego lo llevó a su casa donde lo encendió con una brasa de leña, provocando la detonación del mismo.
Otra víctima dejó la manipulación de los pirotécnicos. Esta vez, un niño de 7 años perdió un dedo de la mano izquierda al explotarle uno de estos artefactos conocido como ratablanca.
Según contaron sus familiares, el menor habría encontrado el pirotécnico en la plaza del caserío La Obrilla, lugar donde viven, ubicado en el Medio Piura.
El menor trasladó el explosivo hasta su casa donde lo encendió con una brasa de leña, provocando la detonación que le cercenó un dedo. Luego fue trasladado por sus padres hasta el hospital Santa Rosa.
El niño presenta, además, otras laceraciones y graves quemaduras en el resto de la mano.
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