Policía confirma que Rina Chiara Prado fue quemada viva

El jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), general Cesar Guardia, confirmó que la cantante folclórica Rina Chiara Prado, conocida como "La Voz de Incuyo", fue quemada viva, crimen ideado por la suboficial Gladys Vásquez Gonzáles.

Señaló que los exámenes forenses practicados al cadáver de Chiara demostraron que en su torrente sanguíneo se encontró monóxido de carbono, confirmando que fue quemada viva.

Indicó que el horrendo crimen fue planeado por Vásquez Gonzáles, mientras que Dina Aurora y Rubén Darío Pacheco Medina son los autores materiales del asesinato.

Según precisó Guardia, el móvil del crimen fue los celos enfermizos de Vásquez al enterarse de que su ex esposo, el comandante Ángel Vizcarra, iba a compartir una misma casa con su amante, en el distrito de Los Olivos.

Sostuvo que para determinar la culpabilidad los implicados en el crimen se solicitó el levantamiento del secreto de las comunicaciones a fin de conocer el reporte de las llamadas telefónicas que realizaron.

De igual manera, se logró identificar a un testigo del hecho, quien habría sido inquilino de Dina Pacheco Medina.

El general Guardia indicó que con la información recavada se obtuvo los elementos incriminatorios suficientes que señalaban que Vásquez Gonzáles era la autora intelectual del crimen, por lo que se solicitó su detención preventiva y la de Dina Pacheco Medina.

Según narró, en un comienzo Vásquez Gonzáles se resistió a reconocer su culpabilidad, pero ante las evidencias incriminatorias contundentes la suboficial terminó confesando el delito y narrando con lujo de detalles cómo realizaron el crimen.

La tarde del 14 de enero, cuando Rina Chiara estaba mudándose, Vásquez hizo que uno de los sicarios la llamara por teléfono para pactar un encuentro, a fin de concretar un ventajoso contrato que supuestamente incluía dos presentaciones artísticas.

La joven aceptó y se reunió con el supuesto empresario quien con engaños la llevo a la casa de Dina Pacheco Medina donde fue torturada, para luego llevarla a un descampado de Pachacámac donde la quemaron viva.