La Aspec advirtió que los juguetes que tengan pintura fácil de desprenderse podrían contener plomo y representa un peligro para los niños.
La Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) pidió a los padres de familia evitar la compra de juguetes con colores fuertes o que tengan pinturas que se desprendan con facilidad porque podrían contener plomo y generar daños en el sistema nervioso de los menores.
Así lo manifestó el presidente de esta organización, Jaime Delgado, quien también consideró muy importante que los padres de familia revisen que los juguetes tengan las etiquetas con los datos legalmente exigidos.
Esos datos son el nombre del fabricante o importador, su dirección, el número de RUC, la autorización del importador (cuyo número de resolución es otorgado por la Dirección General de Salud Ambiental), así como los números de autorización sanitaria y de registro nacional otorgados por Digesa.
Entre otras recomendaciones que los padres de familia deben tener en cuenta, dijo Delgado, está la importancia de elegir los juguetes en función de la edad de los niños, evitando comprar juguetes con pilas que son costosas y contaminantes.
Además, exhortó verificar que estos productos no tengan piezas muy pequeñas ni puntas o bordes filudos. Tampoco comprar juguetes bélicos o que induzcan a la violencia.
Sobre los juguetes fosforescentes o de colores fuertes, indicó que éstos pueden ser tóxicos y generar serias afecciones a las personas, como insuficiencia renal (provocada por el cadmio) o enfermedades al sistema nervioso (producido por el plomo).
El plomo ingresa al organismo de las personas cuando éstas se llevan los objetos a la boca. Poco a poco, el plomo se va acumulando en el cuerpo hasta llegar al sistema nervioso. Esto puede causar Saturnismo, una enfermedad que ocasiona convulsiones, problemas cerebrales y de conducta.
Delgado indicó que la mayoría de estas empresas locales no cuentan con las autorizaciones sanitarias correspondientes.
Finalmente, precisó que los lugares en los cuales se comercializa la mayor cantidad de juguetes sin los registros correspondientes se concentran en Mesa Redonda y alrededores.
Andina
Así lo manifestó el presidente de esta organización, Jaime Delgado, quien también consideró muy importante que los padres de familia revisen que los juguetes tengan las etiquetas con los datos legalmente exigidos.
Esos datos son el nombre del fabricante o importador, su dirección, el número de RUC, la autorización del importador (cuyo número de resolución es otorgado por la Dirección General de Salud Ambiental), así como los números de autorización sanitaria y de registro nacional otorgados por Digesa.
Entre otras recomendaciones que los padres de familia deben tener en cuenta, dijo Delgado, está la importancia de elegir los juguetes en función de la edad de los niños, evitando comprar juguetes con pilas que son costosas y contaminantes.
Además, exhortó verificar que estos productos no tengan piezas muy pequeñas ni puntas o bordes filudos. Tampoco comprar juguetes bélicos o que induzcan a la violencia.
Sobre los juguetes fosforescentes o de colores fuertes, indicó que éstos pueden ser tóxicos y generar serias afecciones a las personas, como insuficiencia renal (provocada por el cadmio) o enfermedades al sistema nervioso (producido por el plomo).
El plomo ingresa al organismo de las personas cuando éstas se llevan los objetos a la boca. Poco a poco, el plomo se va acumulando en el cuerpo hasta llegar al sistema nervioso. Esto puede causar Saturnismo, una enfermedad que ocasiona convulsiones, problemas cerebrales y de conducta.
Delgado indicó que la mayoría de estas empresas locales no cuentan con las autorizaciones sanitarias correspondientes.
Finalmente, precisó que los lugares en los cuales se comercializa la mayor cantidad de juguetes sin los registros correspondientes se concentran en Mesa Redonda y alrededores.
Andina
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