Los reyes andinos llegaron ataviados con mantas tejidas por artesanas de la sierra a un pesebre en vivo preparado en la feria de los deseos.
Los reyes magos que visitan al recién nacido niño Jesús en esta fecha llegaron hoy a Lima procedentes del Ande, representados por sacerdotes, y de Occidente, caracterizados por oficiales de la policía nacional.
Los reyes andinos llegaron ataviados con mantas tejidas por artesanas de la sierra a un pesebre en vivo preparado en la feria de los deseos, que reúne a curanderos y artesanos en el céntrico Campo de Marte.
Gaspar, Melchor y Baltasar ingresaron a la feria precedidos por una banda de música folklórica que tocaba el baile de los Callahuayos, muy popular en Perú y Bolivia, dedicado especialmente a los curacas o sacerdotes indígenas.
En los puestos feriales se ofrecía ponche y rosca de reyes preparados con insumos nativos como la quinua y la algarrobina, miel del algarrobo.
Sus majestades andinas trajeron incienso, oro (dólares y soles), mirra y hojas de coca para hacer una ofrenda a la madre tierra y pedir también un año de prosperidad y salud al niño, representado por un bebé contento de atraer la atención del público y de las cámaras reunidas a su alrededor.
El maestro curandero de Puno, Mario Huanca Mamami, representó al rey Melchor y quemó incienso para agradecer "al niño Manuelito" y pedir su protección.
"Estamos pidiendo que este 2010 empiece un buen año para que nos dé muchas energías, que no haya obstáculos ni problemas. Eso es lo que nosotros hemos pedido en este santo incienso", agregó.
A poca distancia de allí, la plaza principal de Lima reunía a gran cantidad de niños y sus madres que esperaban el ingreso de los reyes magos, montados en caballos de la policía nacional del Perú.
Tres oficiales veteranos de la policía, que han representado a Gaspar, Melchor y Baltasar por años, se visten cada 6 de enero como estos personajes y parten desde una base policial en el distrito del Rímac rumbo al centro histórico de Lima.
En el camino, los reyes visitan albergues de ancianos y niños, hospitales, el edificio del Congreso y finalmente llegan a la Municipalidad de Lima, donde rinden un homenaje al pesebre que adorna el balcón principal de la comuna.
Bandas de música de la policía y un cuerpo de baile de la danza típica de los negritos y las pallas se unen a la fiesta para animar al público que esperó varias horas hasta la llegada de los reyes, que suelen regalar dulces a los niños.
EFE
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