Su sordera no ha sido impedimento para poder dedicarse a esta labor que lo llevó a conocer casi todo el Perú y Canadá donde consiguió varios títulos importantes.
Hablar de caballos de paso en el norte del país es iniciar una aventura por todo el valle Chicama en la provincia de Ascope (La Libertad). Allí nacieron los mejores equinos destacando el “Sol de Paiján” , el caballo peruano de paso más completo del corral.
La majestuosidad y elegancia que demuestran los caballos de paso en su andar y baile, se deben al trabajo de sus criadores y/o preparadores como don Sixto Chávez Olguín, Santos Plasencia, Villanueva entre otros, conocidos en la región liberteña.
Las enseñanzas de estos personajes fueron transmitidos a Santiago Espejo Cruz, conocido en Trujillo como “El Chalán”, que a pesar de sufrir sordera, esta discapacidad no le ha sido impedimento para desenvolverse y convertirse en uno de los mejores preparadores de caballos de paso en esta parte del norte del Perú.
“Si hay vocación, lo demás no importa. Son los aplausos y el apretón de manos de alguien que valora tu trabajo lo que te reconforta y hace que uno se motive para hacer las cosas", sostiene Santiago.
Se inició en este trabajo a los 17 años, cuando llegó de su natal Huamachuco. Ahora lleva 45 años dedicados a esta ardua labor, con le ha permitido vivir momentos agradables y satisfactorios por los premios ganados, "gracias a las enseñanzas de los mejores de la época", resalta.
Santiago Espejo nos cuenta que como parte de sus experiencias, ha sufrido caídas y patadas de estos caballos pero ninguno fue de consideración como para haberlo alejado más de dos días de los corrales.
Continuando con la labor de sus maestros, Santiago ahora imparte sus conocimientos a Evert Tarrillo, un joven de 15 años, que a su corta edad ha demostrado sus habilidades para seguir los pasos de los mejores, pues desde los 8 años acompaña a su maestro como su traductor para ayudarlo a comunicarse con los demás.
Nuestro "chalán" se ha paseado por todo el Perú moldeando a diferentes caballos que han ganado títulos, siendo su trabajo reconocido hasta en el exterior. Estuvo 6 años trabajando en Canadá donde laboró en el rancho más grande de este país.
Participó en varios concursos en las ciudades de Ocoto, Calgary, Vancouver, siendo 5 años consecutivos, campeón en la categoría capón; además, paseó su arte por los estados de Colorado Nuevo México, Texas, Washington y California, en EE.UU.
Como todo compatriota que se encuentra fuera de su país y con un idioma que no domina, no resistió y regreso al Perú no solo para seguir con su pasión de preparador de caballos de paso; sino también para buscar y reencontrase con su hija, a la que dejó cuando cumplió un año de nacida en Huánuco, huyendo del terrorismo.
De esa época hace aproximadamente 27 años atrás. Santiago nos confiesa que su pequeña se llama Diana Carolina Espejo Aguirre y actualmente debe tener 27 años, según refiere.
"Es lo único que tengo, vivo solo y lo que más añoro es encontrarla y explicarle el por qué de mi partida", nos comenta con una voz entrecortada mirando al cielo, pues pese a los logros obtenidos es lo "único que le falta para ser feliz".
Al preguntársele cuál es el regalo que espera para estas fiestas navideñas nos contesta contundente: “un abrazo de mi pequeña, el que espero desde hace 27 años”.
Por: Martín Vazallo
Lea más noticias de la región La Libertad
Comparte esta noticia