Un sacerdote tuvo que intervenir para controlar a los menores, cuyas edades oscilan entre 14 y 17 años. El hecho ocurrió en el sector Puerto Bermúdez, en la provincia de Oxapampa.
Se supo que los jóvenes jugaron a la ouija la noche del martes en el cementerio de la mentada localidad. A la mañana siguiente, los jóvenes sufrieron las convulsiones, causando pánico entre los pobladores.
Incluso, se necesitó la participación de un sacerdote para que controle a los jóvenes, informó el corresponsal de RPP en la zona.
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