´Se perdió la felicidad en un minuto´, expresó Carlos Martínez, quien perdió a sus hermanos en el devastador terremoto.
Carlos Martínez (56) es un sobreviviente del devastador terremoto y aluvión ocurrido en 1970 en la región Áncash, que sepultó Yungay, muriendo más de 100 mil personas.
Tenía 14 años cuando la tierra comenzó a temblar a una magnitud de 7.8 grados, originando el desprendimiento de un bloque de hielo del pico oriental del nevado Huascarán.
La tarde del domingo 31 de mayo, Martínez se encontraba en una iglesia, donde ejercía de acólito, celebrando un homenaje a la Virgen María Auxiliadora, junto a otras 350 personas.
Al producirse el movimiento, que duró en total 45 segundos, el sacerdote pidió a los fieles quedarse y mantener la calma, sin embargo, Carlos salió huyendo del lugar hacia la Plaza Belén, muy cerca al recinto.
Al voltear, vio a la iglesia desmoronada, sepultando a las 350 personas que se encontraban dentro. El polvo que se levantó, producto de la caída de paredes, le hizo desubicarse.
Sin embargo, pudo llegar a su vivienda, donde la tragedia era otra. Su madre desesperada buscando a sus otros dos hijos, que murieron sepultados por el derrumbe.
“Se perdió la felicidad en un minuto”, expresó Carlos en diálogo con RPP Noticias.
Martínez, quien se encuentra en Huaraz para conmemorar la tragedia y a los fallecidos, pide a la población tomar con seriedad el simulacro de sismo que se realizará hoy, a las 10:00 horas.
Asimismo, cuestionó que Huaraz se haya reconstruido sin estudios técnicos, puesto que de producirse nuevamente un fuerte sismo, la magnitud de la tragedia sería la misma que en 1970.
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