Ante la crisis, muchos peruanos han empezado cadenas de ayuda para los más afectados. La solidaridad es un valor clave para afrontar la emergencia de la mejor manera.
La emergencia nacional por la COVID-19 ha afectado a muchos peruanos, no solo a nivel salud, sino también en el aspecto económico. Según datos de la Fundación Forge, el 30% de jóvenes peruanos perdió su empleo debido al impacto de la pandemia. Si hablamos de Lima Metropolitana, entre marzo y mayo, más de 2.3 millones de peruanos habían perdido su trabajo por la misma razón, según INEI.
Para superar la crisis, muchas personas empezaron a usar dinero ahorrado hasta quedarse sin recursos o en situación vulnerable. Sobre esto, datos del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), indican que el 75% de personas usó sus ahorros para sobrevivir a la crisis ocasionada por la COVID-19.
Ante esta situación crítica, muchos compatriotas han reaccionado de la mejor manera, demostrando su solidaridad con iniciativas de ayuda para los peruanos que hoy sufren necesidades, con el objetivo de ayudarlos a pasar una cuarentena más segura y tranquila.
No hay duda de que los momentos difíciles también nos dejan aprendizajes a largo plazo y dejan ver lo mejor de cada persona. Desde su aislamiento, cada uno ha encontrado la forma de colaborar para que salgamos juntos de esta crisis.
Alimentos para los más necesitados
Los alimentos son uno de los recursos que más se necesitan en esta emergencia., por eso, diversos compatriotas se han unido para que no falte comida en los hogares más afectados. Por ejemplo, en Chorrillos, Daniela Guerinoni, una arquitecta peruana, se dispuso a preparar más de 30 platos de comida diarios para repartirlos a familias vulnerables del distrito.
De igual forma, un grupo de madres de familia del asentamiento humano “Independiente”, en El Agustino, se organizan diariamente para realizar ollas comunes y preparar más de 300 raciones para los más necesitados de la zona.
Otros peruanos han decidido sumarse a campañas más grandes, como la del Banco de Alimentos, llamada “Unidos en Casa”, con la que se han recaudado, hasta mayo, 1 496 toneladas de alimentos, que han permitido alimentar a 165 000 personas de poblaciones vulnerables de todo el país.
Oxígeno y material de bioseguridad
Otro ámbito de ayuda muy requerido es el de donaciones de balones de oxígeno y material de bioseguridad, que tanto necesitan los pacientes diagnosticados con COVID-19 y el personal de salud, respectivamente.
En el norte, Fredy Gonzáles, un soldador de Ferreñafe, elaboró una cápsula de aislamiento para pacientes con COVID-19 y la donó al hospital de su región para que los médicos y enfermeras no se expongan al contagio cuando trasladen a los pacientes.
En Iquitos, el padre Raymundo Portelli y el obispo Miguel Fuertes llamaron a una cadena solidaria y lograron recaudar donaciones para instalar una planta de producción de oxígeno para los pacientes contagiados.
Igualmente, muchas empresas privadas se han sumado a las donaciones de oxígeno, mascarillas, guantes, entre otros implementos de bioseguridad para que el personal sanitario pueda trabajar seguro.
Así como ellos, otros peruanos han encontrado formas diferentes de ayudar, por ejemplo, donando sangre, ayudando a los adultos mayores de su zona o dando clases gratuitas vía online. Más allá de la forma, gran cantidad de compatriotas se han puesto la mano en el pecho y, desde sus posibilidades, han empezado a ayudar a quienes más lo necesitan.
Es innegable que la solidaridad es uno de los valores que más caracteriza a los peruanos. En época de crisis, la ayuda al prójimo está siendo clave para afrontar de mejor manera la emergencia.
Siendo respetuosos, responsables y solidarios podremos combatir esta pandemia. Tú también únete a “Peruanos Camiseta: Unidos nada puede vencernos”, una campaña de Alicorp y RPP que busca motivar un cambio positivo de conducta en los peruanos.
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