Tras abandonar la sede policial de la Divincri en La Molina, la empresaria señaló que no puede declarar a la prensa porque la Fiscalía se lo ha prohibido.
La empresa Susan Hoefken, abandonó la sede de la División de Investigación Criminal (Divincri) de La Molina, tras rendir nuevamente su manifestación por la denuncia que la señala como la responsable de haber armado una farsa, sobre el robo de un pulmón de la exposición del Cuerpo Humano.
A su salida, la empresaria señaló que no puede brindar declaraciones a los medios de comunicación porque el Ministerio Público y la Policía se lo han impedido y debe guardar absoluta reserva en el caso.
La joven hizo ademanes con las manos indicando a la prensa "Lo lamento, pero no puedo hablar al respecto".
Hoefken permaneció por un espacio de seis horas en el interior de la institución policial para brindar declaración sobre el robo del pulmón de la muestra del Cuerpo Humano Real y Fascinante.
Hoefken acudió por primera vez a rendir su declaración el lunes pasado, en compañía de su abogado, Julio Mazuelo; y dijo que se excusaba de dar su versión a la prensa por la naturaleza reservada de las investigaciones.
Como se recuerda, los organizadores mundiales de la exhibición, la empresa estadounidense Premier Exhibitions, señalaron que Hoefken les confesó haber fingido el hurto para atraer más visitantes.
A su salida, la empresaria señaló que no puede brindar declaraciones a los medios de comunicación porque el Ministerio Público y la Policía se lo han impedido y debe guardar absoluta reserva en el caso.
La joven hizo ademanes con las manos indicando a la prensa "Lo lamento, pero no puedo hablar al respecto".
Hoefken permaneció por un espacio de seis horas en el interior de la institución policial para brindar declaración sobre el robo del pulmón de la muestra del Cuerpo Humano Real y Fascinante.
Hoefken acudió por primera vez a rendir su declaración el lunes pasado, en compañía de su abogado, Julio Mazuelo; y dijo que se excusaba de dar su versión a la prensa por la naturaleza reservada de las investigaciones.
Como se recuerda, los organizadores mundiales de la exhibición, la empresa estadounidense Premier Exhibitions, señalaron que Hoefken les confesó haber fingido el hurto para atraer más visitantes.
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