La Beneficencia de Chiclayo adquirió el dominio de este inmueble por prescripción inmemorial y por algunos años estuvo alquilada a una empresa cinematográfica.
Fue el orgullo de Chiclayo en los primeros años del siglo XX. El cine teatro de esta ciudad es uno de los tres únicos en el mundo construidos con pino rojo, y hoy silencioso lucha contra el olvido.
La Beneficencia de Chiclayo (Lambayeque) adquirió el dominio de este inmueble por prescripción inmemorial y por algunos años estuvo alquilada a una empresa cinematográfica, convirtiéndose en una de las salas preferidas de los pobladores aficionados al cine.
Las antiguas calles sobre las cuales se localizaba el Teatro Dos de Mayo se denominaban San Pedro, Santo Domingo y Teatro, hoy reconocidas como Vicente de la Vega, Juan Cuglievan y Alfredo Lapoint, respectivamente.
El teatro consta de un gran patio, dos pasadizos laterales, la sala de espectáculos con tres pisos correspondientes a los palcos, galerías y cazuela, el escenario, camarines, entre otros; y su planta baja tiene paredes de adobe y pisos de pino rojo, cemento y loceta, manteniendo en la parte alta aún, las históricas paredes de caña brava con emplasto de barro y yeso, pared a la que los lambayecanos conocen como quincha.
Monumento arquitectónico
El Teatro Dos de Mayo es un monumento arquitectónico con más de un siglo de vida, el cual debido a la falta de mantenimiento y como consecuencia de los diferentes fenómenos naturales como las lluvias de 1925, 1983, 1997 y 1998 hoy se encuentra en mal estado.
El Dos de Mayo es uno de los tres únicos teatros que existen en el mundo construidos a base de pino rojo canadiense, y gracias a la fortaleza de esa madera, es que se ha mantenido en pie más de un siglo de vida. Por este recinto teatral han desfilado renombrados artistas nacionales y extranjeros a lo largo de su historia, que han contribuido a la cultura y educación de Lambayeque.
Era 1878 cuando se alzaba el telón por primera vez; la apertura del teatro significó un hecho por demás importante para la época, pues Chiclayo cobraba inusitada notoriedad al inaugurar una sala de espectáculos superior a todas las demás ciudades del Perú, con excepción a la de Lima.
Daños por lluvias
Después de las lluvias de 1925, el fenómeno climático El Niño de 1983, 1997 y 1998 abrió más heridas en la vieja sede, dañando aún más la que fue una sólida estructura de madera y dejando fuertes estragos en su vetusta infraestructura.
Por: Juan Cabrejos
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