El ciudadano Rodrigo Froylán colocó letreros con frases dirigidas a conductores de combis por ser los que más tocan las bocinas de los carros.
La imaginación no tiene límites y ante la bulla insoportable que generan las bocinas de los vehículos en las calles de la ciudad de Arequipa, un ciudadano inició una campaña para concientizar a los conductores, sobre todo a los transportistas urbanos.
Colocando letreros con frases como: “Burro deja de tocar la bocina…ajo”, “necesito chofer de combi para agarrarlo a patadas”, Rodrigo Froylán Franco Zerruto no halló mejor manera de protestar contra la contaminación auditiva y llamar la atención de las autoridades.
El trabajador de una empresa de venta de pinturas colocó grandes letreros sobre los productos que vende muy visibles al público y a los conductores que pasan por la primera cuadra de la calle Quiroz en el cercado de la Ciudad Blanca.
“Los choferes tocan insistentemente las bocinas cuando el semáforo está en rojo, no sé si quieren pasar por encima, hacen sonar sus alarmas, el sonido del silbato de los policías, todo eso genera estrés, irritación y problemas auditivos y ninguna autoridad hace nada”, enfatizó Rodrigo Franco.
“Los habitantes, transeúntes y los que trabajamos por esta zona diariamente afrontamos estos problemas, por ello hace un mes y medio coloque estos letreros, iniciando una guerra contra la contaminación auditiva”, acotó el ciudadano.
Precisó que algunos conductores le dicen “maestro ya voy a venir por la chamba” y siguen su camino y sin tocar la bocina del vehículo.
Contaminación sonora en Arequipa
Las normas establecen que el ruido no puedo superar los 60 decibeles entre las 7:00 a.m. y 10:00 p.m. y los 50 decibeles en las noches, norma que los municipios provincial y distritales no hacen cumplir de acuerdo lo establece el Decreto Supremo 085-2003.
En la ciudad de Arequipa el ruido llega a los 85 y 90 decibeles en el día, generando presión sonora en calles de mayor afluencia vehicular como Piérola, Santa Domingo y otras del Cercado de la ciudad, afirmó Zacarías Madariaga, director ejecutivo de Salud Ambiental de la Gerencia Regional de Salud.
Daños a la salud
La contaminación sonora afecta la salud de la población porque el ruido de 80 decibeles genera con el tiempo daño permanente al oído de las personas, además de producir efectos fisiológicos como dolores estomacales, de corazón y cabeza.
“La potente energía que genera el ruido afecta también el aspecto psicológico de la población, la vuelve irritable, estresada y por las noches se produce insomnio”, explicó Zacarías Madariaga.
Por: Janet Vizcardo Mendoza
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