La medida, decretada por la Agencia Nacional de Aguas y Saneamiento Básico (ANA, por sus siglas en portugués), estará en vigor hasta el próximo 31 de octubre, según fue publicado en el Diario Oficial de Brasil.
Las autoridades brasileñas declararon la "situación crítica de escasez" de agua en los ríos Juruá y Purus, dos importantes afluentes del Amazonas que nacen en Perú, por la falta de lluvias en la región, informaron el último fuentes oficiales a la agencia EFE.
La medida, decretada por la Agencia Nacional de Aguas y Saneamiento Básico (ANA, por sus siglas en portugués), estará en vigor hasta el próximo 31 de octubre, según fue publicado en el Diario Oficial.
Los datos recogidos por la Agencia Nacional de Investigaciones Espaciales indican que las cuencas de los ríos Juruá y Purus, que juntos suman unos 6 600 kilómetros de extensión, registran precipitaciones por debajo de la media desde 2023.
Además, los pronósticos para los próximos dos meses señalan que el volumen de lluvias será inferior al promedio histórico.
A partir de esta declaración, las autoridades brasileñas identificarán los impactos y propondrán acciones para mitigar los efectos de "la escasez hídrica" en esa región que abarca los estados de Acre y Amazonas, en la Amazonía brasileña.
Según el Gobierno, también permite a organismos reguladores y prestadores de servicios de saneamiento ajustar sus tarifas para incentivar un uso más racional del agua y cubrir posibles gastos generados por la sequía.
El río Juruá nace en la sierra de Contamana, en Perú, y 2.900 de sus 3.280 kilómetros de extensión atraviesan el territorio brasileño para finalmente desembocar en el Amazonas, a la altura del municipio Juruá.
El río Purus también nace en Perú, tiene una extensión total de 3.341 kilómetros y alrededor del 80 % de su curso pasa por Brasil, para igualmente terminar nutriendo las aguas del Amazonas, según datos oficiales.
En 2024, la Amazonía brasileña, el mayor bosque tropical del planeta y que este año albergará la cumbre mundial del clima (COP30), sufrió una sequía extrema que dejó a muchos de sus ríos en mínimos históricos, además de aislar a decenas de comunidades que viven del transporte fluvial y ayudar a propagar incendios en la región.