Unas cinco mil familias y hectáreas de cultivos de cinco distritos de Castilla se encuentran en riesgo en caso de erupción. Actividad eruptiva agotaría la reserva hídrica en 100 años.
El volcán Coropuna, ubicado en la provincia de Castilla, es el octavo volcán activo del sur del país, que en caso de erupción afectará a unas 20 mil personas y miles de hectáreas de cultivo, según los resultados de tres años de estudios por los especialistas del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet).
El jefe del proyecto Coropuna en el Observatorio Vulcanológico, ingeniero Jersy Mariño, explicó que los estudios hechos revelaron que el volcán tuvo al menos tres erupciones en los últimos dos mil años; la última fue sólo hace 700.
El especialista manifestó que el complejo volcánico está formado por cinco edificios volcánicos es como tener cinco veces el Ubinas, y es considerado el más alto del país y el sexto más alto del mundo.
“El peligro en el Coropuna, es que es un volcán que posee casquete de glaciar muy voluminoso, el único en la zona tropical del planeta es el flujo de lava, es un volcán eminentemente lávico donde no hemos identificado muchos depósitos de ceniza o piedra pómez como en el Misti y Ubinas”, afirmó el especialista.
Ante una erupción, los flujos de lodo o huaicos por la fusión del casquete glaciar, afectará a cerca de 5 mil habitantes y terrenos de cultivo de los distritos de Pampacolca, Viraco, Machaguay y Tipan; ubicados en un radio de 50 kilómetros al cono volcánico y los recursos turísticos como el complejo de Maucallacta. Además se verán afectados los valles de Aplao y Majes.
Proceso de desglaciación
Debido a los cambios del efecto del cambio climático, se aceleró en los últimos años el proceso de desglaciación, que solo dan 100 años de sobrevivencia al volcán.
Jersy Mariño, explicó que la afirmación se sustenta en el análisis de más de 250 imágenes satélite, entre los años 1980 y 2014. En ese periodo hubo disminución de superficie glaciar y si continua a ese ritmo, las reservas hídricas del Ccoropuna desaparecerán en el año 2120.
Ante ello los especialistas recomiendan implementar medidas para mitigar los efectos del cambio climático, pero en caso se incremente la actividad eruptiva en el volcán el proceso de desglaciación se acelera. En el año 1980 la superficie de nieve era de 52 kilómetros metros cuadrados pero se redujo a 42 kilómetros cuadrados.
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