Mujer llegó al ver que no había justicia en su ciudad. Pese a que existen las pruebas y el caso fue judicializado, los sujetos afrontaron proceso en libertad.
Tuvieron que pasar 40 horas de viaje a bordo de un bus para llegar a la ciudad de Arequipa con un solo fin, buscar apoyo emocional y pedir a las autoridades que atiendan su denuncia para sancionar con la mayor pena contra los presuntos responsables de la agresión sexual en contra de sus dos menores hijas.
La joven madre de 30 años, de nombre Janeth H.J, viajó desde Atalaya (región Ucayali) cansada de esperar justicia por parte de las autoridades de dicha localidad, hasta Arequipa para que las autoridades castiguen a los presuntos agresores.
Denuncia
Janeth junto a su esposo Jesús M. V. (46), jamás imaginaron que el vecino y la familia de éste aprovecharían de su confianza e inocencia de sus hijas para perpetrar este hecho. Según narraron fue en septiembre del 2016 que se enteran de lo ocurrido con sus hijas por medio de la madre de una compañera del colegio.
La denuncia fue impuesta el 15 de septiembre del 2016, donde una de las menores contó que en el 2013 (cuando tenía 7 años) hasta el 2015 fue víctima abuso sexual en reiteradas oportunidades por parte de Gerardo Amasifuen Huaya, el hermano de éste, Enoc Amasifuen Huaya, Juan Gilmer Mozombite Jacinto y Marcio Cahuanillo Ríos, sobrino y ahijado respectivamente del primero de los mencionados. Igualmente, su hermana de 5 años reconoció haber sido víctima de tocamientos indebidos por parte de estos sujetos.
El silencio fue largo debido a que narró que era amenazada por sus presuntos agresores, y tenía temor a la reacción de sus padres que eran estrictos. Por ello y ya puesta la queja. los acusados fueron citados en noviembre del 2016 y febrero del 2017 a rendir su declaración, negando las imputaciones, excepto Cahuanillo Ríos que sí reconoció haber cometido el delito, pero que en su defensa, responsabilizó a la menor de ‘provocarlo’.
Las pruebas realizadas en Medicina Legal confirmaron que la menor L.M.H., hoy de 11 años, fue víctima de abuso sexual. Asimismo, el Informe Técnico Pericial de Psicología Forense, evidenciaron en la niña signos y síntomas que interfieren en su normal desarrollo, con características de tipo depresivo y ansioso vinculadas a las denuncia por violencia sexual.
Sin proceso judicial
El caso fue judicializado. La primera audiencia fue programada para enero pasado, pero el expediente del fiscal a cargo del caso fue observado por no cumplir con la desacumulación de las penas al existir dos víctimas. Ahora la audiencia se realizará en abril próximo.
Lamentablemente y pese a las pruebas existentes, los presuntos responsables afrontaron el proceso de investigación preliminar en libertad, y a la fecha están no habidos. Por ello, la madre de las víctimas llegó a la Ciudad Blanca para presentar la denuncia ante el Centro de Emergencia Mujer y exigir ayuda psicológica a las menores.
Mientras tanto, y con el fin de obtener respuesta inmediata, Janeth consiguió un duro trabajo como obrera de construcción civil en un colegio de Cerro Colorado; mientras que su esposo prefirió quedarse en Atalaya exigiendo justicia a las autoridades.
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