Alberto Ayala Parco es un artesano ayacuchano que elabora retablos en cajas de fósforo y en cáscaras de naranja. Su trabajo ha traspasado fronteras y ha llegado a Estados Unidos.
Ayacucho no solo es conocida como la Ciudad de los Iglesias. También es muy famosa por la enorme creatividad de sus artesanos, quienes a través de sus trabajos reflejan sus distintas manifestaciones culturales: uno de ellos es Alberto Ayala Parco, dueño de la Casa de Arte Popular 'El Cajón de San Marcos', taller asentado en el barrio de Santa Ana y que es famoso por elaborar retablos con cajas de fósforo y cáscaras de naranja.
En declaraciones a RPP Noticias, Alberto comenta que se dedica a este arte desde hace 40 años, y que lo aprendió gracias a su maestro, Florentino Jiménez. "Me dedico a este arte desde hace 40 años, desde mi adolescencia, gracias a un maestro que me enseñó su arte, el famoso maestro Florentino Jiménez y su hijo, Nicario", asegura Ayala Parco.
Trabajos expuestos en Estados Unidos
La belleza de sus trabajos ha traspasado fronteras. De acuerdo con el artesano, los extranjeros valoran más su trabajo que los propios peruanos. Incluso, sus obras están en el Museo de Nueva York. "En Perú, no valoran. Los que están afuera, sí lo hacen. Las instituciones y los países aman mucho la cultura viva que tenemos. Les gusta mucho la vivencia del hombre andino. Tengo un trabajo que va a ser expuesto en el Museo de Nueva York, en una exposición permanente", indica el artesano.
Pero, don Albeto no trabaja solo. Él está acompañado de su esposa, Brígida, quien se encarga de brindarle los toques finales a cada uno de los retablos que se hacen en las cajas de fósforo y en las cáscaras de naranja.
Puca picante, el platillo estrella de Ayacucho
Otra de las artes de Ayacucho es la gastronomía, donde la puca picante es la máxima estrella. Mariella y Sonia Bellido, dueñas del restaurante Mondongo Ayacuchano, tienen más de 20 años preparando este exquisito platillo, el cual es la sensación en Semana Santa.
Las hermanas, en declaraciones a RPP Noticias, aseguran que empezaron vendiendo en la calle, pero con el tiempo lograron abrir un restaurante. En la actualidad, comentan, solo atienden los sábados y domingo, y su éxito se debe al buen servicio que les brindan a sus clientes.
"El estilo de preparación de la puca picante les gusta a nuestros clientes. No se quejan. Tenemos 20 años trabajando y esperamos seguir creciendo", indicó Mariella.
Ayacucho
Alberto Ayala Parco elabora retablos con cajas de fósforo y cáscaras de naranja
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