El menor no soportó la llamada de atención de su madre por no llegar a casa y la golpeó a puñetes.
Una angustiada y desesperada madre de familia, quien prefirió mantener su nombre en reserva, acudió hasta la central de las Rondas Urbanas de Cajamarca para solicitar su apoyo porque ya no podía controlar a su hijo, el cual fue intervenido y sometido a la disciplina rondera.
La mujer dijo que el adolescente sobrepasó todos los límites y esta vez la cogió a golpe. Producto de ello, resultó con un profundo corte en la ceja izquierda.
Todo sucedió cuando la madre llamó la atención a su hijo por no llegar a casa y mantener una relación con una mujer comprometida.
Al ser sometido a la disciplina rondera, el adolescente reconoció su error, pidió perdón a su madre de rodillas y juró cambiar su actitud porque reconoció que las llamadas de atención son para su bien.
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