Mirtha Vásquez, coordinadora de la Mesa de Género, dijo que los ronderos no tienen derecho de invadir el espacio íntimo de las personas.
La publicación de un video, donde un grupo de ronderos castigó de forma desmedida a una mujer por una supuesta infidelidad, causó la indignación de diferentes personas en Cajamarca, quienes a través de las redes sociales mostraron su malestar e indicaron que se trata de un problema personal en el cual las Rondas Urbanas no tienen nada que ver.
Mirtha Vásquez, coordinadora de la Mesa de Género, de Cajamarca expresó que las mujeres que son sometidas a la disciplina rondera, son expuestas a una doble vejación, primero las castigan físicamente, luego las exponen a la opinión pública a través de la publicación de los videos en las redes sociales y medios de información.
Por esta razón, junto al movimiento Ni Una Menos, lanzaron su rechazo a los actos vejatorios contra mujeres realizados por las Rondas Urbanas, como parte de un mecanismo de ajusticiamiento por asuntos de orden moral, atentando contra su integridad física y sicológica, pero además invadiendo su espacio íntimo.
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