Ante la denuncia de los vecinos, las autoridades intervinieron una fábrica clandestina donde procesaban sangre de animales para embutidos de manera insalubre.
En medio de un olor nauseabundo, los inspectores del área de bromatología de la Municipalidad de Huancayo intervino una procesadora clandestina de sangre de pollo, res y ovino.
El negocio ubicado en el jirón Panamá 519 fue denunciado por los vecinos que alertaron del funcionamiento de este establecimiento clandestino, debido al fuerte olor y al sarpullido que provocaba en algunas personas la presencia de zancudos.
Por ello, junto a las áreas de Fiscalización, Gestión Ambiental y Bromatología, se intervino el local de propiedad de Marcos Pérez Olivera, donde se halló una caldera donde se hervía la sangre junto a 12 contenedores sucios de 20 kilos cada uno, donde depositaban la sangre cocida.
También se encontró utensilios oxidados y gran cantidad de restos de sangre regada por el suelo, además que el personal no contaba con los implementos necesarios para este tipo de actividades.
Por otra parte, el responsable de Bromatología, Jesús Vila Retamozo, señaló que esta sangre podría ser utilizada para la elaboración de morcilla y otros embutidos, productos que constituyen un peligro contra la salud pública por la forma en que son preparados.
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