Manuel Muñoz, primo de uno de las víctimas, cree que los atacantes actuaron por venganza porque su familiar participó en el decomiso de un insumo para la fabricación de PBC.
Manuel Muñoz es primo de Carlos Fernández Muñoz, uno de los tres policías que fueron asesinados el último miércoles por presuntos narcoterroristas cuando se desplazaban en dos patrulleros en la provincia de Churcampa (Huancavelica).
Él cree que el atentado es producto de una venganza porque Carlos hace unos días participó de una acción de control en el Vraem en la que se decomisó gran cantidad de acetona, insumo que es usado para la elaboración de pasta básica de cocaína.
“Sabiendo que hace poco habían hecho una pesquisa, sabiendo que habían detenido droga los vuelven a mandar sin mayor refuerzo, sabiendo que posiblemente estos se iban a vengar (...) Hace poco en la huelga de profesores habían tantos policías, pero para esta zona peligrosa (Vraem) solo habían cuatro policías”, reclamó.
A punto de quebrarse dijo que no sabe cómo explicarles a sus sobrinos que ya no tienen papá, describe a Carlos como un hombre amoroso con sus hijos, buen esposo y sobretodo ejemplar policía. Pidió al ministro del Interior, Carlos Basombrío, que haga justicia.
Fallecidos. Los agentes huancaínos son Ciro Ibarra Inga (S1), Carlos Raúl Fernández Muñoz (S1) y Dennis Rodolfo Mendoza Condori (S2). Sus restos llegaron esta mañana al helipuerto de la Escuela Técnica de la Policía Nacional en Huancayo y luego serán trasladados a la morgue de Huallhuas.
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