Pobladores exigieron al alcalde Fremio Olivares solucionar cuanto antes este problema ya que la salud pública está en riesgo.
Con baldes y bidones vacíos, moradores protestaron porque desde hace una semana sufren por la falta de agua potable en los centros poblados de Quemazón y La Mónica, en el distrito de Chicama, provincia liberteña de Ascope.
Santos León Mostacero, uno de los vecinos, indicó que los pobladores de Quemazón se abastecían con agua de un carro repartidor, y que en La Mónica el líquido se evaporó por el excesivo calor.
Ellos exigieron al alcalde de Chicama, Fremio Olivares Gil, solucionar cuanto antes la carencia del recurso hídrico pues los pobladores, sobre todo los niños, podrían contraer enfermedades.
“Exigimos la presencia del burgomaestre para que nos diga qué acciones tomará para solucionar este problema, que se presenta a poco de iniciar el año escolar”, enfatizó la madre de familia Paulina Taypán.
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