Hecho se registró en distrito de Chugay, provincia de Sánchez Carrión. Menor ahora está recluida en casa refugio.
En un claro acto de salvajismo, una niña de 11 años fue cruelmente golpeada por su progenitor solo por tomarse seis gaseosas pequeñas. El hecho se registró en la calle San Salvador del distrito de Chugay, provincia liberteña de Sánchez Carrión.
Según narró la niña de iniciales N. T. S. a la Policía, su padre Antero Paredes Cruzado la golpeó en el rostro dejándole ambos ojos moreteados, también le lanzó una lámpara de luz a la altura de la oreja originándole una protuberancia en la cabeza y con el cable le marcó varias partes del cuerpo. Como si esto fuera poco, el sujeto la tiró contra la pared como en anteriores oportunidades hasta que la pequeña quedó inconsciente.
Pese a este cruel maltrato, la menor no fue llevada al hospital. El hecho fue advertido por vecinos al día siguiente cuando la menor llevó a pastar a sus animales al campo y todavía mostraba claros signos de la golpiza y no podía pensar con claridad.
Los vecinos denunciaron el caso a la Policía que intervino la vivienda y rescató a la menor para recluirla en una casa refugio denominada “Renace La Esperanza”.
La abuela de la menor, Constanza Cruzado Campos (56), lejos de apoyar a su nieta defendió el ‘castigo’ de su hijo.
Hay que indicar que la niña ya había terminado de estudiar la primaria y fue abandonada por su madre, razón por la cual vivía en la casa de su padre junto a la nueva pareja de este. Las rondas campesinas iniciaron la búsqueda del mal padre para someterlo a cadena ronderil.
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