Alcalde de Incahuasi además colocó apelativos a los pobladores que le reclamaron en idioma quechua.
El alcalde del distrito alto andino de Incahuasi, César Martans Manayay, llegó en aparente estado etílico a la última audiencia que realizó ante la población el último fin de semana, para rendir cuentas por una obra de electrificación paralizada hace varios meses.
La autoridad edil llegó con dos horas de retraso a la audiencia realizada en los exteriores del municipio andino. Y lejos de pedir disculpas a la población asistente, no saludó a nadie y empezó a colocar apelativos a los asistentes, cuando notaron su aliento alcohólico.
Incluso con voz altiva le pidió al juez de paz de la localidad que se callara y no participe de las preguntas que constantemente le hicieron.
“Es una vergüenza que este señor haya llegado borracho a la audiencia, le dijo en quechua “chauca” que es el nombre de un animalito del campo, a un poblador, le falto el respeto al juez, y empezó a ponerle apelativos a la gente. La población quería escuchar porque está paralizada la obra que perjudica a 5 caseríos, pero terminó insultando a todos y se fue” denunció el ex alcalde distrital, Fernando Díaz.
Según contó la ex autoridad esta obra paralizada perjudica a los caseríos de La Tranca, La Playa, Tasajera Baja, Tasajera Alta y Marayhuaca, donde se elaboran los famosos hongos comestibles.
“Son 250 familias afectadas, la población reclama esta obra, si este señor alcalde no respeta a la población pedimos Contraloría intervenga y si es necesario su revocatoria” agregó Díaz.
El alcalde, Martans Manayay, en su defensa solo dijo que la micro central eléctrica se malogró porque ya cumplió su ciclo de vida, y que todo se debe a persecuciones y rencillas antiguas. Sin embargo para seguir evitando las críticas de la población prefirió retirarse del lugar.
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