No todo es malo con las lluvias del "El Niño". En Olmos los terrenos áridos reverdecen y hay alegría en los ganaderos y agricultores de la zona.
A diferencia de años pasados, donde la sequía afectó miles de cabezas de ganado, este año las precipitaciones en la zona rural de Olmos, han beneficiado a los ganaderos que ven con enorme alegría los campos reverdecidos y llenos de forraje, para la alimentación de sus reses.
Las últimas precipitaciones reportadas en los caseríos más alejados como son: Insculas, El Virrey, Alto de Roque, Santa María del Norte, entre otros, han convertido en “alfombras verdes” los campos más áridos y el ganado ha empezado a pastar sin mayores problemas.
“En los años de sequía perdíamos mucho, nuestros animalitos se morían, pero con estas lluvias nuestros campos están verdes y podemos estar tranquilos” indicó un ganadero de la zona.
La lluvias además ha llenado acequias de las zonas rurales que permite regar algunas parcelas de productos de pan llevar, en beneficio de cientos de agricultores.
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