El Tumi de Oro y la Máscara de Sicán, importantes hallazgos de la Cultura Sicán o Lambayeque.
La frase del gran José Santos Chocano "Vale un Perú", está más vigente que nunca en Lambayeque, puesto que los legendarios mochicas levantaron sus centros de poder y dejaron guardados como tesoros dos piezas de metal, el Tumi de Oro y la Máscara Sicán que hablan por sí solas de la calidad de los orfebres, labrando su sello hacia la eternidad.
El Tumi de Oro, es un cuchillo ceremonial que pertenece a la Cultura Sicán o Lambayeque. Fue hallado en 1936 durante el huaqueo de Hipólito Granados, famoso huaquero del distrito de Íllimo. Este objeto singular es de 42 centímetros de altura, único por su técnica de soldadura al vacío, y con sus acabados casi perfectos.
Fue declarado símbolo precolombino del Perú en 1981, meses antes que lo robaran del Museo de Arqueología y Antropología de Pueblo Libre.
Tras las primeras conclusiones de los estudios arqueológicos atribuyen su utilidad medicinal, además de representar la figura Naylamp, la gran ave del mar. Es también el emblema de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo y escogido como el logotipo de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, y que hace poco hizo noticia puesto que artesanos chilenos pretendieron venderlo como suyo.
La Máscara de Sicán, es otra parte importante del deslumbrante hallazgo en la huaca ´El Loro´ del Bosque de Pómac en la década de los años 90 que hicieran los arqueólogos Isumi Shimada y Carlos Elera, para mostrar la belleza de sus finos acabados con técnicas del martillado, paleteado, fundido y calado, con incrustaciones de piedras preciosas reposando sobre el aguar funerario en la tumba del Señor de Sicán, cuya réplica del entierro luce en su propio museo en la ciudad de Ferreñafe.
A esta pieza de metal de gran reconocimiento popular, muchos la llegan a confundir con la imagen del logotipo de Petroperú, hecho que resulta impreciso, puesto que existieron antiguas máscaras que se conocieron del huaqueo que sufrieron varios complejos arqueológicos.
En el valle La Leche de extensos territorios se han localizado y registrado un total de 42 huacas que comprenden la zona arqueológica del Bosque de Pómac y que llevan el sello de sus antiguos señoríos, de donde los huaqueros han extraído por décadas incontables joyas que ilegalmente comercializadas hoy lucen en colecciones privadas del extranjero.
Este valle es sin duda, el corazón de la historia preinca Lambayeque, incluye hoy los distritos de Pitipo, Íllimo,Mochumí y Túcume, y es este último, donde luce una gran ciudadela de 36 pirámides o huacas, puestas en valor gracias al empeño del noruego Thor Heyerdahl que se enamoró de su infinita historia, y cuya obra dio luz a la vida museográfica del actual Museo de Sitio que tiene revelaciones en cada excavación que tendrá continuidad con apoyo del Ministerio de Cultura.
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