César Augusto Zapata Espinoza, Laureles de Oro en Marinera Norteña, fue despedido en medio de una multitud que lo aclamó en el distrito de Catacaos.
En medio de una multitud que lo lloraba y aclamaba, con un padre que agradecía el cariño del pueblo, con una madre que no podía soportar el dolor de esta pérdida y con un hijo que daba muestras de haber heredado ese talento que encumbró a su padre y a todo un pueblo; así se desarrollaron los funerales del Campeón de Campeones del Concurso Nacional de Marinera Norteña, Laureles de Oro, César Augusto Zapata Espinoza.
En el frontis de la Municipalidad de Catacaos, el alcalde Juan Cieza Sánchez, realizó un homenaje a quien en vida ya había sido reconocido Hijo Predilecto de Catacaos, y quien incluso se convirtió en Embajador Mundial de la Marinera Peruana.
“Hoy es un día de mucho dolor, el pueblo te despide como despide solo a los grandes. Que Dios te tenga en su gloria César”, fue la corta pero sentida expresión del alcalde; mientras que su padre César Zapata Alzamora, mostrando fortaleza señaló: “nos sentimos orgullosos de nuestro campeón eterno. Agradezco a todos por estas muestras de amor a mi hijo. César es campeón de Catacaos para el Perú y el mundo”.
Su hijo, César Antonio, de apenas 10 años, acompañó el funeral y en homenaje bailó para todos la marinera norteña demostrando que la vena talentosa le fue heredada, así como aquel sombrero de paja toquilla que siempre acompañó a su padre.
César Augusto Zapata Espinoza falleció a los 39 años, fue desde niño amante de la marinera y en Trujillo, en el concurso nacional de este baile nunca dejó de ser campeón. En 1988 fue campeón en la categoría infantil, en 1996 y 1999 campeón en categoría juvenil y ya en la competencia de adultos se convirtió en Campeón de Campeones en los años 2000, 2003 y 2012 en las que se le otorgó los Laureles de Oro, máxima distinción que coloca en el Olimpo Mundial a quienes compiten en este baile.
Tras lograr todos los éxitos, Zapata Espinoza, formó su academia de baile, se convirtió en embajador de la marinera pero lamentablemente una afección en el cerebro le complicó su salud y finalmente falleció de forma repentina en la ciudad de Lima.
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