Como un acto de provocación fue tomado el anuncio de autoridades moqueguanas para realizar una sesión de consejo en el poblado puneño de Tolapalca.
Juan Monzón Granda, miembro del comité técnico de demarcación territorial entre Puno y Moquegua, advirtió que podría desatarse un conflicto social por la actitud de autoridades moqueguanas que anunciaron una sesión de consejo regional en el centro poblado Tolapalca.
En diálogo con el programa Habla El Sur de RPP Noticias, señaló que ese anuncio es un gesto hostil y de provocación que va a generar una convulsión social.
Enfatizó que lo concreto es que la Dirección Nacional Técnica de Demarcación Territorial (DNTDT) ha ratificado su informe del 2013 estableciendo que Tolapalca, Titiri y Aruntaya están en territorio puneño, por lo que considera irresponsable la actitud moqueguana.
Recordó que el equipo técnico cumplió con sus funciones sobre el tramo I y II haciendo respetar su territorio y ahora Moquegua nuevamente a judicializado el caso. "Le toca al gobierno regional y a la Municipalidad Provincial de Puno hacer una defensa acertada y sagaz del informe de la DNTDT", manifestó.
“Si esta nueva acción de amparo es admitida, ninguna autoridad administrativa podrá actuar y estamos sometidos a la actuación del Poder Judicial y sus demoras”, dijo, recordando que el informe de la DNTDT queda en suspenso.
Asimismo manifestó que se debe empezar a invertir en la franja de frontera, porque la población de Tolapalca a pesar que sabe que es de Puno se siente moqueguana por algunos apoyos recibidos por la región vecina.
Monzón Granda señaló que no se debe perder de vista que en Aruntaya está la mina Aruntani, la que actualmente está tributando en Moquegua y mínimamente en Puno, y con el informe de la DNTDT el 100% de su tributos deberían ser para los puneños.
“Una acción política necesita una respuesta política”, dijo indicando que los congresistas también deben tomar cartas en el asunto, mientras que todas las acciones legales deben liderarlas el gobierno regional la Municplaida de Puno y los alcaldes distritales de Mañazo, Laraqueri y Ácora.
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