Wilson Hernández, peruano residente en París (Francia) que asistió al homenaje a César Vallejo, dijo que ambos magistrados dieron un pobre análisis´ del poeta que desagradó al público.
El polémico viaje a Francia que hicieron los jueces supremos Francisco Távara y Jorge Solís para participar en un homenaje al poeta César Vallejo, financiado por la Universidad Alas Peruanas, "no valió la pena" debido al "pobre análisis" que los magistrados hicieron sobre el célebre peruano.
Así lo afirmó, Wilson Hernández, peruano residente en París (Francia) que asistió a dicho encuentro organizado por la revista Expresión Latina, y que estuvo a cargo del rector de la Universidad Alas Peruanas.
"Verdaderamente haber pasado de continente a continente para hacer ese análisis crítico yo creo que no valía la pena para un evento cultural de ese tipo aún se haya realizado en París o en Perú. Hubiese sido más interesante complementar o traer una persona que pueda hablar sobre el fondo del asunto de vincular la poesía de Vallejo al tema de justicia", señaló en declaraciones a Ideeleradio.
Hernández relató que el vocal Távara hizo una intervención de 20 minutos y que adelantó ser un aficionado del trabajo literario de Vallejo, con lo cual "anticipaba de que no iba a lograr una gran profundidad en el análisis".
Respecto a la intervención del vocal Solís, comentó que éste abordó la relación entre la obra vallejiana y su vinculación a la justicia de paz. Indicó que brindó detalles "simplistas y denotando una cierta falta de análisis crítico".
El peruano, quien sostiene haber sido testigo de la participación de los ahora investigados magistrados en el evento de París, sostuvo que hasta los demás asistentes se dieron cuenta que no marchaba bien la exposición, y que esto fue reflejado en las preguntas que se hicieron durante las intervenciones.
Expresó que una persona del público increpó a Távara y Solís, el que no hayan dado la talla y por tanto no tenían la autoridad para sentarse y vincular a César Vallejo con la justicia.
Wilson Hernández señaló además que el rector de la Universidad Alas Peruana, Fidel Ramírez Prado, se "puso un poco nervioso" y que en algún momento quiso intervenir para calmar los ánimos pero los nervios lo traicionaron, llegando al punto de botar la copa de agua que tenía.
"Lo que preocupa verdaderamente es la imagen que los jueces de máximo nivel dejan frente a sus propios ciudadanos que han emigrado", acotó.
Así lo afirmó, Wilson Hernández, peruano residente en París (Francia) que asistió a dicho encuentro organizado por la revista Expresión Latina, y que estuvo a cargo del rector de la Universidad Alas Peruanas.
"Verdaderamente haber pasado de continente a continente para hacer ese análisis crítico yo creo que no valía la pena para un evento cultural de ese tipo aún se haya realizado en París o en Perú. Hubiese sido más interesante complementar o traer una persona que pueda hablar sobre el fondo del asunto de vincular la poesía de Vallejo al tema de justicia", señaló en declaraciones a Ideeleradio.
Hernández relató que el vocal Távara hizo una intervención de 20 minutos y que adelantó ser un aficionado del trabajo literario de Vallejo, con lo cual "anticipaba de que no iba a lograr una gran profundidad en el análisis".
Respecto a la intervención del vocal Solís, comentó que éste abordó la relación entre la obra vallejiana y su vinculación a la justicia de paz. Indicó que brindó detalles "simplistas y denotando una cierta falta de análisis crítico".
El peruano, quien sostiene haber sido testigo de la participación de los ahora investigados magistrados en el evento de París, sostuvo que hasta los demás asistentes se dieron cuenta que no marchaba bien la exposición, y que esto fue reflejado en las preguntas que se hicieron durante las intervenciones.
Expresó que una persona del público increpó a Távara y Solís, el que no hayan dado la talla y por tanto no tenían la autoridad para sentarse y vincular a César Vallejo con la justicia.
Wilson Hernández señaló además que el rector de la Universidad Alas Peruana, Fidel Ramírez Prado, se "puso un poco nervioso" y que en algún momento quiso intervenir para calmar los ánimos pero los nervios lo traicionaron, llegando al punto de botar la copa de agua que tenía.
"Lo que preocupa verdaderamente es la imagen que los jueces de máximo nivel dejan frente a sus propios ciudadanos que han emigrado", acotó.
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