El monseñor Luis Bambarén, indicó, que Guzmán y los líderes subversivos no merecen una amnistía, como lo demandan sus abogados, por el grave daño que ocasionaron al país.
La condena a Abimael Guzmán y la cúpula de Sendero Luminoso por el atentado de Tarata evitará la impunidad y servirá de escarmiento por haber "sembrado la muerte" en el país, manifestó este martes el expresidente de la Conferencia Episcopal Peruana monseñor Luis Bambarén.
Sostuvo que la dirigencia de ese grupo terrorista merece ser sancionada por la justicia, aun cuando no le correspondan más años de prisión, por tener ya cadena perpetua.
Precisó que el país espera prime la justicia y se castigue a los responsables de este atentado con coche bomba, ocurrido el 16 de julio de 1992, en una calle del distrito limeño de Miraflores, en que fallecieron 25 personas.
Bambarén recordó que cuando conversó con Abimael Guzmán en su prisión de la Base Naval, como parte de su labor en la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), este reconoció que el atentado fue un error.
"Tarata condujo simplemente a la muerte, a heridos, lágrimas, dolor, destrucción; todo eso lo reflexionó Guzmán en prisión. Bien merece que este caso no quede impune, sino que se sentencie, aun cuando no le correspondan más años en prisión", dijo a la Agencia Andina.
El juicio oral iniciado el lunes por este caso, según dijo, permitirá también que quienes no hayan enfrentado a la justicia, lo hagan ahora.
"Servirá como ejemplo y escarmiento para que no se siga sembrando la muerte", especialmente ahora en que hay un incremento del sicariato y de crímenes contra las mujeres, añadió.
NO MERECEN AMNISTÍA
Monseñor Bambarén, quien formó parte de la CVR en calidad de observador, indicó, asimismo, que Guzmán y los líderes subversivos no merecen una amnistía, como lo demandan sus abogados, por el grave daño que ocasionaron al país.
Citado el informe de esa comisión, refirió que la violencia desatada por el terrorismo dejó al país 69,000 muertos. Si bien no todos son de autoría de Sendero Luminoso, fue la subversión la que inició esta violencia.
"Es lógico que su abogado pida eso, como lo hacen también los familiares de Alberto Fujimori. En los diálogos que sostuve con los terroristas en el Huallaga Central en el 2001 pedían, como condición para deponer las armas, una amnistía para todos y ser reconocidos como movimiento político, pero no lo merecen", puntualizó.
ANDINA
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