Legislador fujimorista abandonó clínica limeña y dejó entrever que no se reconciliará con Milagros Morales, quien el pasado martes lo atacó durante una discusión.
A su salida de la clínica Stella Maris en el distrito limeño de Pueblo Libre, el congresista fujimorista Ricardo Pando reiteró que no agredió ni física ni psicológicamente a su esposa, Milagros Morales, tras afirmar que no le guarda rencor.
Como se recuerda el legislador fue acuchillado por su cónyuge el pasado martes durante una discusión familiar.
"Quienes me conocen saben que yo no obro de esa manera, yo no le guardo ningún rencor (a Morales) y es verdad la sentencia que dice: "que cuando uno posterga decisiones en el momento adecuado, lo único que hace es ahondar en el error", precisó.
Del mismo modo, señaló que no ha hablado en los últimos días con su esposa y dejó entrever que no habrá reconciliación.
"Yo te dije que después de una situación límite como esa, no hay nada más que decir", agregó.
En ese sentido, Pando evitó calificar la conducta de su esposa y sostuvo que aún no ha formulado alguna denuncia penal contra su cónyuge.
De otro lado, lamentó que el tema haya trascendido al ámbito público, provocando "dolor y sufrimiento a sus hijos".
Pando también informó que el doctor le ha dispuesto quince días de descanso, para luego reiniciar sus actividades parlamentarias.
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