El psicoanalista Fernando Maestre y la investigadora Rosa María Cifuentes señalaron que el terrorista tiene rasgos psicópatas y tendendencias a la demencia y a la soberbia.
Mantuvo la mirada desafiante y no bajó la cabeza en ningún momento. Así vimos la última vez al cabecilla de Sendero Luminoso, Euleterio Flores, camarada "Artemio", cuando dejó el hospital de la Policía para ser trasladado a la Dirección Contra el Terrorismo. Su actitud presenta rasgos psicópatas.
“Este rostro lo podemos encontrar en las enfermedades mentales, por ejemplo en la esquizofrenia”. Fueron la contundente opinión del psicoanalista Fernando Maestre.
Y es que los 25 años en los que vivió internado en la selva y su liderazgo en el grupo violento que formó Abimael Guzmán, pudieron convertirlo en un ser con problemas de personalidad.
“Este tipo de conducta soberbia, que es también peculiar dentro de estos casos psicopáticos o problemas serios de la personalidad. En todo caso, el presentar un rostro frio o, en el otro caso, estar haciendo hurra por un partido que ya esta derrotado, es un gesto patológico”, manifestó Maestre.
Este hombre, que aparentemente parece un ciudadano equilibrado, inofensivo, es responsable de más de mil muertes y millonarias pérdidas materiales durante los años del terror. Su semblante revela más de un secreto.
“Tiene ceja prominente que ha planificado su vida. Tiene la frente amplia y lo muestra como una persona idealista. Tiene la boca gruesa, que no se calla las cosas y tiene tendencia a la vehemencia y autoritarismo. Como no baja la mirada, muestra gestos soberbios.No veo a un hombre arrepentido”, manifiesta la experta en analizar rostros, Rosa María Cifuentes.
Psicópata o con ínfulas de líder, la mente perversa de Artemio se aprovechó de la justicia social para cometer crímenes por los que deberá afrontar más de 15 procesos judiciales.
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