Ante el Pleno del Congreso, la ministra de la Mujer deslindó responsabilidades de su gestión y afirmó que los alimentos contaminados del Pronaa fueron comprados durante el gobierno aprista.
La ministra de la Mujer, Aída García Naranjo, se presentó ante el Pleno del Congreso para responder por la muerte de tres niños en el caserío de Redondo, Cajamarca, a raíz de un envenenamiento masivo por el consumo de alimentos del Pronaa el pasado 20 de setiembre.
Ante la representación parlamentaria, García Naranjo deslindó responsabilidades de su gestión en el trágico suceso y afirmó que los alimentos contaminados fueron comprados durante el gobierno aprista y cuando la ministra del sector era Virginia Borra.
"Había cumplido 50 días de mi gestión cuando se supo de las muertes. Los alimentos fueron comprados durante la gestión anterior y los funcionarios eran de la gestión anterior, cuando era ministra Virginia Borra; y se puede verificar la filiación con el Partido Aprista", sostuvo.
García Naranjo dijo que su responsabilidad es una "evaluación profunda" para establecer cambios en la administración del Pronaa (Programa Nacional de Asistencia Alimentaria).
La titular de la Mujer aceptó las críticas por la tardanza de su viaje al caserío de Redondo, lugar de la emergencia, pero justificó su permanencia en Lima porque debía documentarse de lo acontecido y por la citación conjunta de dos comisiones del Congreso, de Fiscalización y Salud.
Sobre el cuestionado baile que protagonizó el pasado 22 de setiembre dijo que se trató de un encuentro deportivo organizado por Inabif, en la que participaban niños, y cuestionó que eso haya sido presentado como una "fiesta de la indiferencia".
"Consideré que no podía faltar al evento, pero apenas aprecié que mis actos se prestaban a malas interpretaciones pedí disculpas públicas y escritas", expresó.
Añadió que apenas supo de la intoxicación masiva, envió a la zona a 23 funcionarios del Mimdes para que verifiquen in situ la emergencia.
La representante del Ejecutivo afirmó que fueron "tergiversadas" sus declaraciones, ya que no pretendía responsabilizar a las madres de Redondo, sino "explicar razonablemente los hechos", a razón de que los médicos de Cajamarca dijeron al Pronaa, que la contaminación se habría producido en los utensilios.
"Se ha tergiversado como si se tratara de una acusación...no se saben las causas exactas. Se deben esperar los resultados de las investigaciones en curso", sentenció.
Dijo que de lo obtenido hasta este momento, la contaminación fue por presencia de un plaguicida, pero que tras la revisión en los almacenes dio negativo en sustancias tóxicas a otro grupo de raciones.
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