El 26 de enero de 1983 ocho periodistas, un guía y un comunero fueron asesinados en las alturas de Ayacucho. El hecho se convirtió en la mayor tragedia del periodismo peruano.
El 26 de enero de 1983 ocho periodistas, un guía y un comunero fueron asesinados por un grupo de campesinos de Uchuraccay, una comunidad de las alturas de Ayacucho. Este suceso es considerado la mayor tragedia del periodismo peruano.
Las víctimas, que se dirigían a cubrir la información de unos enfrentamientos contra Sendero Luminoso que habían dejado varios muertos en la zona, fueron los periodistas Eduardo de la Piniella, Jorge Sedano, Amador García, Luis Mendívil, Félix Gavilano, Pedro Sánchez, Octavio Infante y Willy Retto, su guía, Juan Argumedo y el comunero uchuraccaíno Severino Huáscar Morales, quien trató de defender a los periodistas.
Comisión investigadora. El hecho causó tanta conmoción que el Gobierno de Fernando Belaunde (1980-1985) conformó una comisión investigadora presidida por Mario Vargas Llosa, que en su informe final concluyó que los campesinos eran los únicos responsables, algo que siempre han rechazado los familiares de las víctimas, que sostienen que hubo militares "infiltrados" que azuzaron el linchamiento.
Según el informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación presentado en 2003, las víctimas fueron confundidas con terroristas. Tras atacarlas a machetazos y matarles, también asesinaron a Argumeo y Huáscar Morales.
Revelación periodística.
En el libro "Uchuraccay, el pueblo donde morían los que llegaban a pie", publicado en el 2016 por los periodistas Víctor y Jaime Tipe Sánchez se afirma que los militares sí estuvieron en Uchuraccay en los días previos a la matanza.
En una entrevista a la agencia EFE, Tipe Sánchez aseguró que patrullas militares llegaron al pueblo tanto a fines de diciembre de 1982 como a comienzos de enero de 1983 para dar "pequeños consejos de seguridad" a los pobladores y conformar un comité de autodefensa contra los senderistas. "Probablemente de ahí sale la famosa frase de que maten a los que vienen a pie", dijo, ya que los militares acostumbraban a llegar en helicópteros.
En el libro se revela la existencia de un documento con un compromiso de lucha contra Sendero que refrendaron 123 de comuneros de Uchuraccay y que permanecía en la subprefectura de la ciudad de Huanta, donde fue encontrado por el historiador Ponciano del Pino. (Con información de EFE y Andina)
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