El ministro de Justicia explicó que fue él quien ideó la figura de la expulsión para Berenson, que está en manos del presidente García. Para lograrlo debía pedir perdón.
La estadounidense Lori Berenson, excarcelada en Perú tras cumplir 15 de los 20 años de su condena por terrorismo, pidió perdón porque el Gobierno peruano se lo exigió y no por iniciativa propia, dijo el ministro de Justicia, Víctor García Toma.
Berenson salió hace dos semanas de la cárcel tras cumplir tres cuartas partes de una sentencia a 20 años de prisión por colaborar con el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), después de que la justicia aprobara el pedido de libertad condicional y, desde entonces, reside en un departamento del distrito de Miraflores.
Aún queda la posibilidad de que el presidente Alan García le conmute la pena pendiente a Berenson y ordene su expulsión.
La excarcelación de la estadounidense ha estado rodeada de controversia, ante el rechazo ciudadano a su salida y los propios vecinos de ese distrito han pedido a las autoridades que impidan su permanencia en esa zona residencial.
En entrevista a El Comercio, García Toma explicó que fue él quien ideó la figura de la expulsión del país para Berenson, que está en manos del presidente Alan García, ya que para lograrla era necesaria una medida de gracia que solo podría obtenerla previa petición de perdón.
El ministro conversó dos veces con la embajada de Estados Unidos en Lima, en una de las cuales pidió que "consiguieran de Berenson una solicitud de gracia para llegar a la expulsión", tal como efectivamente se hizo unos días después de su salida de la cárcel de mujeres con la presentación de una carta al presidente.
"Ella la presentó y pidió perdón al pueblo peruano", dijo García Toma para quien la carta "es muy explícita" y "da la impresión" de que efectivamente está arrepentida de sus actos.
Pese a la existencia de la carta, numerosas voces han pedido que Berenson pida perdón de viva voz y ante las cámaras, como declaró recientemente la congresista y probable candidata presidencial Keiko Fujimori, quien duda de la sinceridad de la misiva escrita por Berenson.
De acuerdo con un sondeo nacional tomado por la empresa Compañía Privada de Investigación de Mercado (CPI), el 75% de los peruanos está en desacuerdo con la liberación de Berenson y un 83% rechaza la eventual excarcelación de Osmán Morote, ex jefe de Sendero Luminoso, y otros cabecillas de esa organización.
El ministro confirmó al diario que el Gobierno tiene 34 solicitudes de semilibertad, como la que obtuvo Berenson, amparadas en un decreto que permitía ese beneficio para los condenados por terrorismo, pero que ya fue derogado el 2009.
No obstante, el ministro dijo que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) reevaluará esos pedidos para confirmar si están listos para su reinserción en la sociedad.
Entre el 2003 y 2010 han sido liberadas 503 personas, bajo ese decreto derogado, dijo García Toma, pero hay 760 casos de terrorismo que aún tienen condena efectiva.
El titular de Justicia recordó que "los terroristas que cumplen su condena recuperan todos sus derechos, (pero), lamentablemente en el Perú hay un sector que ni siquiera admite esa posibilidad. Eso es grave y expresa fanatismo". EFE
Berenson salió hace dos semanas de la cárcel tras cumplir tres cuartas partes de una sentencia a 20 años de prisión por colaborar con el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), después de que la justicia aprobara el pedido de libertad condicional y, desde entonces, reside en un departamento del distrito de Miraflores.
Aún queda la posibilidad de que el presidente Alan García le conmute la pena pendiente a Berenson y ordene su expulsión.
La excarcelación de la estadounidense ha estado rodeada de controversia, ante el rechazo ciudadano a su salida y los propios vecinos de ese distrito han pedido a las autoridades que impidan su permanencia en esa zona residencial.
En entrevista a El Comercio, García Toma explicó que fue él quien ideó la figura de la expulsión del país para Berenson, que está en manos del presidente Alan García, ya que para lograrla era necesaria una medida de gracia que solo podría obtenerla previa petición de perdón.
El ministro conversó dos veces con la embajada de Estados Unidos en Lima, en una de las cuales pidió que "consiguieran de Berenson una solicitud de gracia para llegar a la expulsión", tal como efectivamente se hizo unos días después de su salida de la cárcel de mujeres con la presentación de una carta al presidente.
"Ella la presentó y pidió perdón al pueblo peruano", dijo García Toma para quien la carta "es muy explícita" y "da la impresión" de que efectivamente está arrepentida de sus actos.
Pese a la existencia de la carta, numerosas voces han pedido que Berenson pida perdón de viva voz y ante las cámaras, como declaró recientemente la congresista y probable candidata presidencial Keiko Fujimori, quien duda de la sinceridad de la misiva escrita por Berenson.
De acuerdo con un sondeo nacional tomado por la empresa Compañía Privada de Investigación de Mercado (CPI), el 75% de los peruanos está en desacuerdo con la liberación de Berenson y un 83% rechaza la eventual excarcelación de Osmán Morote, ex jefe de Sendero Luminoso, y otros cabecillas de esa organización.
El ministro confirmó al diario que el Gobierno tiene 34 solicitudes de semilibertad, como la que obtuvo Berenson, amparadas en un decreto que permitía ese beneficio para los condenados por terrorismo, pero que ya fue derogado el 2009.
No obstante, el ministro dijo que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) reevaluará esos pedidos para confirmar si están listos para su reinserción en la sociedad.
Entre el 2003 y 2010 han sido liberadas 503 personas, bajo ese decreto derogado, dijo García Toma, pero hay 760 casos de terrorismo que aún tienen condena efectiva.
El titular de Justicia recordó que "los terroristas que cumplen su condena recuperan todos sus derechos, (pero), lamentablemente en el Perú hay un sector que ni siquiera admite esa posibilidad. Eso es grave y expresa fanatismo". EFE
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