Justo Ríos Aguilar regresó a Lima por voluntad propia, aseguró su esposa Beatriz Rojas. El militar en actividad se encuentra en la sede de Requisitorias.
El suboficial de la Fuerza Aérea Peruana (FAP), Justo Ríos Aguilar, no está vinculado al caso de espionaje a Perú por parte de Chile y regresó a Lima por voluntad propia, precisó su esposa Beatriz Rojas.
Ríos Aguilar fue detenido, la tarde del jueves, en el aeropuerto internacional Jorge Chávez luego de arribar en un vuelo procedente de Estados Unidos, con escala en Costa Rica.
"No tiene ninguna responsabilidad, por eso él ha venido voluntariamente", dijo Rojas, quien consideró que su esposo es vinculado al caso de espionaje porque trabaja en la FAP.
Tras su detención, Ríos Aguilar fue conducido a la sede de Requisitorias, a donde ingresó al promediar las 19:30 horas, comprobó un reportero de RPP.
El suboficial al parecer se encontraba de vacaciones en Estados Unidos cuando se hizo público que el también suboficial Víctor Ariza Mendoza supuestamente vendió secretos militares a Chile.
El Poder Judicial ordenó la detención de Ariza y de Ríos Aguilar, a quien le abrió proceso como presunto cómplice en la comisión de delitos contra la seguridad nacional y traición a la patria.
Ríos Aguilar pasaría la noche en la sede de Requisitorias y la mañana del viernes sería conducido a la carceleta del Palacio de Justicia, en el centro de Lima.
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