Hasta el momento, las bajas temperaturas han causado la muerte de 246 niños por neumonía en lo que va del año.
El Gobierno amplió a trece provincias más la declaratoria del estado de emergencia que ya regía desde junio pasado en varias regiones del país, debido a la intensa ola de frío que se ha cobrado la vida de 246 niños en lo que va del año.
Según el Ministerio de Salud, solas víctimas son mayormente menores de cinco años. Las autoridades estiman que este año las heladas pueden afectar a unos 7 millones de personas que habitan lugares por encima de los 2.500 metros de altitud.
En algunas regiones como Puno, fronteriza con Bolivia y donde se ha registrado este año el mayor número de muertes de niños menores de cinco años por neumonía (52 en total), los termómetros podrían marcar 27 grados bajo cero, según los pronósticos meteorológicos.
El decreto publicado hoy en la gaceta oficial del Estado indica que la declaratoria regirá en la provincia de Huarmey, en la región de Áncash (oeste), y en la de Bolívar, Gran Chimú, Julcán, Otuzco, Pataz y Sánchez Carrión, en la región de La Libertad (norte).
El estado de emergencia también se extendió a las provincias de Mariscal Nieto, en la región de Moquegua (sur), y a las de Alto Amazonas, Mariscal Ramón Castilla, Maynas, Requena y Ucayali, en la región de Loreto (este), según la norma, que dispone otras medidas para afrontar la contingencia y proteger a la población, el ganado y los cultivos.
Con esta medida, la declaratoria regirá en estas trece provincias, además de otras situadas en las regiones Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cuzco, Huancavelica, Junín, Lima, Moquegua, Pasco, Puno y Tacna, declaradas en emergencia en junio pasado.
Por otro lado, el Gobierno declaró varias localidades de las regiones de Lima, Ica y Huancavelica en estado de emergencia por sesenta días como consecuencia del poderosos terremoto de 7,9 grados Richter que en agosto de 2007 devastó principalmente la costa sur de Perú.
Asimismo, mediante otro decreto, prorrogó la emergencia en la provincia de Huarochirí, en Lima, por el riesgo de deslizamientos en la zona por la actividad minera.
-EFE
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