Según la necropsia, los narcoterroristas usaron un arma de largo alcance para acabar con la vida del ya malherido policía.
La necropsia realizada por el Instituto de Medicina Legal (IML) determinó que el fallecido suboficial César Vilca Vega recibió un balazo en el cráneo, en la región occipital, con una trayectoria de arriba hacia abajo.
De acuerdo con el Protocolo Nº 1629-2012, los narcoterroristas usaron un arma de largo alcance, específicamente un fusil, para acabar con la vida del ya malherido policía.
Según la opinión de los peritos forenses, Vilca Vega recibió el disparo cuando se encontraba sentado o recostado, señala el diario La República.
La fecha de la muerte se produjo aproximadamente entre el 14 y 15 de abril, dos o tres días después de producirse la emboscada contra la patrulla del suboficial, en el que también resultó herido Luis Astuquillca Vásquez.
La necropsia también determinó que un 90% del cuerpo de César Vilca se encontraba en proceso de esqueletización, lo que explica el desprendimiento de las extremidades superiores, agrega.
También detectó la pérdida de parte de la mandíbula, por efecto del proyectil que le fue disparado, indica.
Dionisio Vilca, padre del suboficial PNP César Vilca, agradeció a la población que acudió al velorio de su hijo por darle su respaldo.
Visiblemente dolido, Vilca se dirigió a las personas que estaban en los exteriores de su vivienda en San Martín de Porres hasta donde llegó el féretro para ser velado por sus familiares.
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