Betssy Chávez entre el diálogo y la disolución [COLUMNA]

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La flamante presidenta del Consejo de ministros ha aprovechado sus primeras declaraciones para comprometerse a construir puentes de diálogo con la oposición, pero a la vez se ha referido a la denegación de la cuestión de confianza que habría precipitado la renuncia de su predecesor, Aníbal Torres. Con aire de aparente inocencia, Betssy Chávez ha reiterado la tesis que Torres expuso ante el Congreso. Es decir cree tener derecho a interpretar que la Mesa Directiva realizó una denegación fáctica de la confianza cuando “rechazó de plano” el proyecto de ley supuestamente destinado a restablecer el derecho del pueblo a expresarse vía referendo.

Para eso Chávez se remitió a la carta de renuncia de Aníbal Torres y a lo decidido en el Consejo de Ministros, con el voto aprobatorio de todos los miembros del gabinete ministerial. Chávez ha decidido desconocer una ley votada por el Congreso y convalidada por decisión del Tribunal Constitucional, que limita de manera clara los temas sobre los que el Ejecutivo puede plantear la cuestión de confianza. Y al mismo tiempo dijo que esperaba recibir la confianza del Congreso cuando exponga su plan de política general.

Queda claro que en caso contrario, según Betssy Chávez, el Ejecutivo podría proceder a disolver el Congreso. Lo menos que se puede decir en estas circunstancias es que el Pleno ha hecho bien cuando votó la presentación de una demanda competencial ante el Tribunal Constitucional, así como una medida cautelar, que nos proteja de la posibilidad de hallarnos ante un Ejecutivo decidido a gobernar sin el contrapeso constituido por el Congreso. Desde ya, el agravamiento de la polarización dificulta o impide aprobar medidas que beneficien a nuestra población, como es el caso de manera eminente del presupuesto para el año fiscal 2023.

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