En lugar de competir entre sí, todos los actores deben esforzarse en buscar vías de consenso para que la reforma política y judicial se haga de la mejor forma.
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El presidente del Consejo de Ministros compareció este miércoles ante la prensa para reiterar la voluntad del gobierno de someter a consulta popular los proyectos de reforma judicial y reforma política. Según César Villanueva la consulta puede ser realizada el año en curso si el Congreso se decide a acelerar el ritmo y aprobar los proyectos presentados por el Ejecutivo, después de someterlos a las modificaciones que sean necesarias.
El proceso pasa por la Comisión de Constitución presidida por la congresista Rosa Bartra, quien aunque no niega la posibilidad del referendo, multiplica las objeciones al tenor de los proyectos y exhorta al gobierno a no caer en el populismo. Es cierto que será complicado formular con precisión los términos del paso a un parlamento bicameral, la prohibición de reelección inmediata, la regulación del financiamiento electoral y el rediseño de nuestro mapa electoral. Sin embargo, la misma Bartra declaró en días pasados que "no se trata de competir sobre quién hace la reforma, sino de hacerla mejor".
Efectivamente, en vez de competir, todos los actores deben esforzarse en buscar vías de consenso. El necesario rechazo al populismo no quiere decir que debamos ser insensibles a la indignación popular y a la legítima expectativa de perfeccionar el mecanismo de lucha contra la corrupción. Al fin y al cabo, bajo el impacto de los audios, el Congreso votó en tiempo record y por unanimidad la remoción de todos los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Necesitamos estar seguros de que no habrá blindajes para los que han robado dinero público y mermado la confianza de los ciudadanos en lo que somos como sociedad organizada.
Cristina Fernández en problemas legales
No lejos de nuestro país, en Argentina, el Senado ha terminado por votar por unanimidad el levantamiento de la inmunidad de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner para poder allanar sus tres residencias. La lideresa peronista solo ha atinado a solicitar que el operativo judicial no sea filmado y que sus pertenencias no sufran daños.
La cada vez más evidente realidad de licitaciones amañadas, sobrecostos, sobornos y enriquecimientos faraónicos ha sido encubierta durante años por torrentes de demagogia y clientelismo. Frente a un arrinconado bloque peronista, el testimonio de colaboradores eficaces, un incriminador cuaderno de notas y jueces independientes parecen encaminar al país a establecer la verdad e imponer sanciones. Caiga quien caiga.
450 años de los jesuitas
En momentos de crisis e incertidumbre, conviene recurrir a la historia y dejarnos inspirar por los grandes ejemplos. Por eso importa conmemorar los 450 años de la llegada a nuestro país de la Compañia de Jesús, más conocida como Orden de los Jesuitas. Fundada en París en 1534 por el militar español Ignacio de Loyola, rápidamente se implantó en los cinco continentes y contribuyó a renovar la institución eclesiástica sacudida por los escándalos más graves de su historia y desafiada por el cisma protestante.
Los jesuitas tuvieron una influencia decisiva en la educación, pero también en la integración de nuestro territorio, en el desarrollo de la agricultura y en el aprendizaje de la observación de nuestro mundo interior, es decir los Ejercicios espirituales. Recientemente han puesto el énfasis en la justicia social y la ecología. Expulsados del Perú en 1767, un jesuita, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, fue el primero en soñar con una América independiente del poder español. El congreso internacional inaugurado en nuestra capital hará un balance de 450 años de historia, pero desde ya podemos contar con el rigor intelectual y la exigencia ética de los jesuitas, lo que honra a la Iglesia y se pone al servicio de la humanidad.
Las cosas como son
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