Lo que está en juego es sobre todo la calidad de la educación que reciben nuestros hijos, puesto que ellos merecen el mayor esfuerzo por parte de sus maestros.
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Sabíamos que cinco Plenos sucesivos al término de la legislatura entrañaba el riesgo de ver aprobadas leyes sin sustento técnico ni debate suficiente. Y en efecto, la mayoría que controla el Congreso ha aprovechado de las circunstancias para votar algunas leyes importantes y numerosas iniciativas que terminan por pasar desapercibidas en el contexto general de la maniobra y la precipitación.
Entre las primeras destaca sin duda la disolución de la Junta Nacional de Justicia y la eliminación de los movimientos regionales. Añadamos iniciativas como la reducción del IGV para categorías como las cadenas de peluquerías, así como la instauración de cuatro nuevos días feriados.
Sobre otro tema grave bastó con rechazar el recurso de reconsideración que había planteado hace un año la congresista Flor Pablo. La también exministra de Educación había solicitado que se proceda a una segunda lectura antes de aprobar que cerca de 200 000 maestros pasen a la categoría de nombrados. Pero no, una mayoría de 64 congresistas contra solo 28 en contra, prefirió pensar en sus clientelas electorales y procedió a renegar los compromisos con la meritocracia. Lo que está en juego es sobre todo la calidad de la educación que reciben nuestros hijos, puesto que ellos merecen el mayor esfuerzo por parte de sus maestros. Y desde luego también un mínimo de esfuerzo de coherencia por parte de los congresistas.
Al autorizar el nombramiento masivo sin ni siquiera contar con el presupuesto respectivo, se opta irresponsablemente por el populismo. ¿Qué dirán ahora los que hace pocas semanas aprobaron el nombramiento excepcional de pocos miles, dijeron, bajo régimen de CAS?
El Estado ha hecho un esfuerzo para subir las remuneraciones, gracias a los impuestos que pagamos todos. Ese esfuerzo tenía como contrapartida la aceptación de exámenes para obtener puestos nombrados. Desatender la demanda de los niños explica por qué la aprobación del Congreso ha llegado a mínimos sin precedentes.
Las cosas como son
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