Así explicó la primera dama sus primeras declaraciones, en las que negaba ser propietaria de estas agendas.
La primera dama, Nadine Heredia, brindó este mediodía una conferencia de prensa, para reafirmar lo dicho por su abogado en horas de la mañana: que ante la Fiscalía había reconocido que las agendas que se le atribuyen son en realidad suyas.
Pero, ¿cómo llegó a esa conclusión si es que en anteriores oportunidades ya había dicho que no eran suyas? Pues, según dijo, ella las reconoció recién al tener contacto físico con ellas y comprobar que habían sido sustraídas de su vivienda. La también presidenta del Partido Nacionalista indicó que los documentos le fueron mostrados por el titular de la Segunda Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Delitos de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio el pasado 22 de septiembre, cuando fue citada en condición de “testigo impropio”.
“Después de efectuar una detenida revisión de la copia de documentos que me mostraron en mi declaración testimonial, hice una revisión exhaustiva de mi domicilio. Es la primera vez que tomaba contacto con esos documentos y pude comprobar que estos documentos así como otros no estaban en mi domicilio”, comentó.
Dos días después de aquella citación, la Fiscalía cambió su situación a investigada, motivo por el cual ella solicitó ser citada nuevamente, hecho que no se ha cumplido hasta la fecha debido a que el representante del Ministerio Público continúa realizando pericias en torno al caso.
“En octubre hemos pedido que nos cite, pues es muy diferente estar como testigo impropio que como investigada. Pedimos que me citen y el fiscal ha iniciado el peritaje y yo por mi parte, luego de recibir estas agendas, como testigo, pude comprobar que dentro de mi domicilio habían sido robadas al igual que otros artículos personales”, reiteró.
Así, ante la negativa del fiscal para citarla, ella decidió presentar un escrito en el que admitía ser la dueña de las agendas, por lo que considera que la pericia llevada a cabo por el Ministerio Público “carece de todo sentido”.
Meses atrás, la primera dama había señalado que las agendas no le pertenecían.
"Voy a colaborar con lo que disponga el fiscal. Es una investigación reservada y mantendremos la discreción del caso", enfatizó en ese momento.
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