La estrategia de Martín Belaunde Lossio para permanecer en una clínica

El empresario Martín Belaunde Lossio, procesado por el caso Antalsis, lleva seis meses fuera de la cárcel de Piedras Gordas, lugar donde debería cumplir su prisión preventiva, para permanecer en una clínica de Miraflores donde ingresó por hipertensión, síndrome ansioso depresivo, entre otros síntomas en abril de este año.

Según un reportaje del dominical Cuarto Poder, la estrategia de Belaunde Lossio es permanecer en la clínica Inca para dilatar el tiempo y retrasar lo máximo posible el proceso judicial. Según el doctor Gabriel Polo, su médico de cabecera, los síntomas por los que ingresó ya no los tiene, pero presenta un cuadro de hernia en la quinta vértebra lumbar.

Por esta anomalía fue operado el 16 de julio de este año, dos días después de que en el centro de salud se realizara una sesión con los jueces por el caso La Centralita.

En esa oportunidad se dispuso ampliar 18 meses más su prisión preventiva para investigar su presunta implicancia en una organización que buscaba defraudar al Estado y obtener proyectos de infraestructura que, en muchos casos no fueron terminados y por los que el empresario y sus aliados habrían cobrado millones de dólares.

La respuesta de Pérez Tello. Luego de esa operación, el reo recayó. Tuvo que ser operado nuevamente porque le volvió a aparecer, según informes médicos, otra hernia en el mismo lugar de la operación. Para el 15 de septiembre de este año, una junta médica en la que había doctores del INPE determinó que el estado de salud del apresado no permitía que fuera dado de alta.

Ahora, los médicos aseguran que puede ser intervenido una vez más por el mismo problema y estar al menos un año en la clínica. La ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, ha pedido detalles de la historia del Belaunde. 

"Hemos pedido un informe para que señale si se puede continuar el tratamiento dentro de la cárcel", dijo al dominical.

Todo esto ocurre cuando la semana pasada la Fiscalía formalizó las acusaciones contra él y otras 49 personas entre las que se encuentra también el expresidente del IPD, Francisco Boza, por delitos de colusión, por haber favorecido presuntamente a Antalsis en el caso destapado en el año 2014.

El tiempo, por ahora, parece ser el mejor aliado del exasesor de Ollanta Humala y Nadine Heredia.